Su obra tiene un sentido de la belleza que pocos artistas consiguen. Tenía una elegancia de otros tiempos, y una mirada que se encendía cuando te hablaba. Deja una obra inmensa, fruto de su capacidad de trabajo. En museos como el MOMA, el MNCARS o su mural-collage en el Aeropuerto de Barajas. Nuestro cariño y recuerdo para su esposa Marilyn Galusha Farreras.

Recuerdo la primera exposición que vi de Francisco Farreras. Quedé deslumbrado. Su obra creaba una atmósfera de sensualidad y misticismo que pocas veces había sentido. La última vez que me pasó algo parecido fue en el Prado, delante del Retrato de Fray Hortensio Félix Paravicino, de El Greco.

Escribí un texto para La Voz de Pozuelo, era 1990, si no recuerdo mal, y el artista me escribió una carta, para mi sorpresa.

He encontrado archivada una frase suya, que le define muy bien:

“Para los artistas plásticos lo único que nos queda es nuestro propio entusiasmo que nos hace pensar que no todo está perdido. Siempre creemos en el pequeño milagro que nos librará, momentáneamente, del pesimismo porque nunca seremos capaces de vivir sin la existencia del arte”.

Su vida ha sido larga y fecunda en años y trabajo. Hoy en día tiene obras en importantes museos de todo el mundo, en colecciones públicas y privadas: el Museo de arte Moderno, el de Brooklyn, y el Salomon R. Guggenheim -los tres en Nueva York-, el Reina Sofía,  la Fundación Juan March o el Museo de Bellas Artes de Boston (donde está el Paravicino del Greco).

En espacios públicos se encuentran las Vidrieras de hormigón. (Cripta del Teologado de Dominicos de Alcobendas. Madrid. 1958. Arquitecto: Miguel Fisac) o las Vidrieras emplomadas. Capilla Española de la Catedral de Manila, Filipinas (1959. Arquitecto: Miguel Fisac). Y los murales-collage de los aeropuertos de Barcelona (1967), Ibiza (1973) y Madrid (1982).

Diría que su obra es inabarcable, pero no es cierto, porque está rigurosamente catalogada. Además Farreras era un entusiasta de los catálogos, que cuidaba para cada exposición. Como muestra puede consultarse el de 2004 en la Galería Odalys, con texto de Alfonso de la Torre:

https://odalys.com/odalys/images/exposiciones/FARRERAS/cat_farreras.pdf

De su trabajo emana un clasicismo, ese hilo que conecta a los grandes, de Louise Bourgeois a Bacon. El silencio, el misterio o el grito.

Pensar en Francisco Farreras estos días me produce tristeza, aunque su vida haya sido larga. Cómo no recordarle con su inseparable amigo y vecino de Bularas, el escultor José Luis Sánchez, que murió tres años antes.

Francisco Farreras, que prefería nombrarse como pintor, porque lo de artista le parecía pretencioso, falleció el pasado jueves 16 de setiembre. Había nacido en Barcelona un 7 de setiembre de 1927. Tenía 94 años.

Le despedimos con las palabras de Alfonso de la Torre en instagram, a modo de poema:

“Que tu obra era exilio y meditación sobre el exilio.
Defensor del misterio, así concluimos.
Reina, de nuevo, el silencio.
Un honor haberte acompañado en el camino de la vida”.

Jesús Gironés
Foto apertura: Paluzzi, Orcajo, Jesús Gironés y Paco Farreras. El Foro, 1998

Farreras. 1968. Colección MNCARS

Paco Farreras. Polaroid, por Jesús Gironés

Soledad Lorenzo, Cruz Novillo, Farreras y Luis Rosales

Agustín Valle, Paco Farreras, Juan Gómez y Marilyn Farreras. El Foro, noviembre 2003

Jesús Gironés, Paco Farreras y Marilyn Galusha Farreras. Octubre, 2015