Dice el tango que veinte años no es nada. Que se lo digan a los chicos y chicas de la peña taurina 6 y 1/2. En dos décadas han pasado tantas cosas que es imposible resumir en una conversación -aunque sea de un par de horas-  los momentos compartidos. También en los últimos meses. La desaparición de Alfonso Benito, uno de sus socios, les hizo vivir días complicados. Cuando apenas se habían recuperado, otro de los suyos, Goyo Escobar les daba un susto en el encierro de San Fermín que le colocaba -por supuesto, sin quererlo- en el punto de mira de los fotógrafos de prensa nacional e internacional. Estas fiestas patronales tienen mucho que celebrar. Además del vigésimo aniversario.

En 1997 un grupo de siete amigos que frecuentaban el mesón de Servando Correa y su socio, Pedro, en la calle Hospital decidieron crear algo similar a un equipo de golf. Por pura diversión. Todos practicaban el deporte que pusieron de moda, entre otros, los hermanos Piñero -deportistas con raíces en Pozuelo- y que ha llevado a Estados Unidos a nuestro vecino Alejandro Aguilera.

En esas estaban los hosteleros y Alfonso, Esteban, Moreno, Pope y Ángel cuando se plantearon formar una peña para compartir más aficiones durante las fiestas patronales. Dice Alfonso (Delgado), que todavía sigue en ella, que ese fue el origen de la peña taurina 6 y 1/2 y que lo del nombre viene porque no eran siete sino seis y medio. Y que el medio fue el primer presidente.

No fue hasta 1998 cuando se inscribieron en el registro. Poco después, cuando su “sede social” tuvo que cerrar las puertas se trasladaron a otra en la que disfrutaron almuerzos al aire libre y entregas de premios en el interior. Era el Bar Pozuelo. O la otra casa de Fernando a quien hace poco dieron el último adiós. El local sigue abierto en la calle Antonio Becerril pero el negocio ha cambiado por completo.

Del churro a la ganadería

Un churro sobre fondo azul en la parte trasera de una camiseta y una sudadera supuso el  nacimiento de una peña con vocación de permanencia. Con los años llegaron los polos de color rojo -y blanco- con el diseño de Chema Casado y el crecimiento del número de socios hasta convertirse, con algo más de medio centenar, en una de las agrupaciones más conocidas -y reconocidas- de Pozuelo de Alarcón. Ahora no llevan sobre su espalda la mezcla de harina de fuerza, sal y agua que popularizaron los churreros del pueblo sino sobre su hombro un jamón. Que cada vez va pesando menos. Estos días ultiman los preparativos de la procesión con El Botijo. Tienen a punto paso, velas y marchas procesionales.

Julio Quijano, su presidente, confiesa que la peña taurina 6 y 1/2 no sería lo que es hoy sin José Antonio Fernández, propietario del inmueble convertido en sede permanente. El alma mater de MUEBLES FERSUN y una de las personas más queridas de aquí les ha facilitado al máximo el desarrollo de una actividad que, en los últimos tiempos, va más allá de la participación activa en los festejos. De Halloween a la Feria de Abril pasando por los Carnavales. Otras fiestas para animar un centro histórico que, a pocos se nos escapa, no vive su mejor momento.

Pero lo de la peña taurina 6 y 1/2 son las patronales. En ellas han volcado siempre su energía poniendo en marcha iniciativas que forman parte del programa de fiestas. Tan consolidadas como el Encierro Chiqui -uno de los primeros de España- o el Toro de Fuego. Para hacerlo posible cuentan con ganadería propia; cuatro toros, dos vacas y un buey obra de Alfonso Palacio, el socio más mañoso. De cartón y con ruedas. Que nadie se asuste.

La Virgen peñista

Coincidiendo con las celebraciones del veinte aniversario los miembros de la peña taurina han decidido -por unanimidad- nombrar socia honoraria a la Virgen de la Consolación y lo van a hacer oficial en la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora tras la ofrenda floral del domingo 2 de septiembre. No es el único guiño a la patrona. También han puesto su nombre al concurso de fotografía -otro retoño engendrado en la carretera de Carabanchel con intención de quedarse- y han establecido una categoría dedicada a los actos religiosos.

Y van a rematar el aniversario con un evento deportivo que podría convertirse en partido inaugural. De momento es seguro que un combinado de chicos y chicas de la peña taurina 6 y 1/2 se enfrentará al equipo de la peña El Albero en un encuentro amistoso de fútbol 7 en el que no va a faltar la animación sobre el terreno. Si es necesario hasta con pompones. O eso me parece escuchar antes de apagar la grabadora del móvil.

Asunción Mateos Villar