Los vecinos de la zona del antiguo matadero en el barrio de la Estación se preparan para afrontar un año y medio de obras. La construcción de un aparcamiento público de trescientas plazas supone algunas novedades. Sobre todo en el tráfico. Tres calles están afectadas. La de Los Trenes y Carlos Maceín que permanecerán cortadas en parte y en su totalidad respectivamente y Cándido Castán que cambia el sentido de la circulación en uno de sus tramos. Detrás de la placa de esta última se esconde la historia de un beato.

Cándido Castán San José nació en 1894 en el pueblo valenciano de Benifayó. En 1919 contrae matrimonio con Francisca Guiral con la que tuvo dos hijos. Ese mismo año fue elegido vicepresidente del comité federativo de los Sindicatos Católicos Obreros, organismo que presidió entre 1924 y 1928. Trabajó en la empresa ferroviaria Compañía del Norte, vinculada a otros vecinos que se quedaron en el callejero como María Asunción Benítez, y ocupó el cargo de presidente de los ferroviarios católicos, sección Madrid Norte.

Durante la dictadura de Primo de Rivera fue miembro de Unión Patriótica y en 1925 se le nombró concejal suplente del Ayuntamiento de Madrid. Dos años después se convirtió en concejal jurado del distrito Centro-Hospicio y miembro de la Asamblea Nacional Corporativa. Compartió puesto con el socialista Andrés Saborit en la subcomisión de Propaganda de la Organización Corporativa Nacional (1927) pasando en 1930 al Consejo de Trabajo. El 12 de junio de 1933 fue elegido consejero Auxiliar de Renovación Española; el partido de Calvo Sotelo.

Cándido Castán vivía con su familia en la Colonia San José de Pozuelo donde contribuyó a fundar la Capilla de Nuestra Señora de las Angustias en la calle del Plantío. En 1936 fue detenido en el seminario de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada de Pozuelo de Alarcón y fusilado junto a las tapias del cementerio de Aravaca.

El 17 de abril de 2011 fue beatificado con veintidós religiosos oblatos en la Catedral de Nuestra Señora la Real de La Almudena de Madrid. Los que dieron nombre a otra calle de la ciudad: Mártires Oblatos.

Asunción Mateos Villar