Ahora que la Liga de Campeones de la UEFA llega a su recta final, y a casi todos los rincones del planeta, me ha parecido un buen momento para dar a conocer la historia del primer árbitro español en acudir a un Mundial de Fútbol. De niño, en verano, correteaba con sus hermanos por el jardín de una finca de recreo en el barrio de la Estación.

Los hermanos Escartín Morán eran Irene (1890-1964), Manuel (1892-1958) y Pedro (1902-1998). A comienzos del pasado siglo la finca de recreo  de sus padres estaba situada justo en la calle que ahora lleva su apellido. La propiedad se vendió hace décadas a una empresa constructora que levantó chalés pareados.

Irene Escartín se casó con Pedro Blanco, médico de profesión y fue funcionaria de Correos. El matrimonio no tuvo hijos. Manuel Escartín se convirtió en funcionario de sanidad y contrajo matrimonio con Rosa Marín con la que tuvo una hija, Paloma.

De los tres hermanos el pequeño, Pedro, ha pasado a la historia por ser el primer árbitro de fútbol español en acudir a un Mundial. Corría el año 1934, se celebraba en Italia y pitó cuatro partidos.

Pedro Escartín dio sus primeros pases como jugador de fútbol hace casi un siglo en el equipo madrileño de la Real Sociedad Gimnástica Española, una entidad fundada por Emilio Coll, un apuesto veraneante de origen francés que también se ha quedado en el callejero de Pozuelo. Pero, esa, es otra historia.

A lo que iba. El joven apuntaba maneras como goleador en su posición de extremo izquierdo pero una enfermedad respiratoria le obligó a abandonar los terrenos de juego en 1924. A medias. Porque se hizo árbitro y en sólo cuatro años se convirtió en internacional dirigiendo incluso una de las semifinales de los Juegos Olímpicos de Ámsterdam (1928).

Entre los años 1928 y 1948 dirige 847 partidos convirtiéndose en uno de los colegiados más prestigiosos de toda Europa. Fue veinte años internacional; miembro del Comité Disciplinario de la FIFA durante 27 años y presidente del Comité Técnico de Árbitros de 1952 a 1961. Hasta publicó un Reglamento de Fútbol que se convertiría un uno de los libros más importantes sobre arbitraje a nivel internacional. En 1988 recibió la Orden del Mérito de la FIFA.

Busto frente al Santiago Bernabéu

Pedro Escartín decide probar la faceta de entrenador y vivir dos etapas como seleccionador español en 1952 y en 1960. En la segunda consigue clasificar a España para el Mundial de Chile 1962. En los doce partidos disputados al frente del combinado nacional obtuvo siete victorias, tres empates y dos derrotas.

Además desarrolla una labor de periodista paralela a su carrera deportiva. Escribe artículos para periódicos y revistas como Marca, El Heraldo de Madrid, Pueblo o El Alcázar. Primero de manera esporádica y, tras su retirada de los terrenos de juego, a jornada completa.

También colabora con varias emisoras de radio, llegando a recibir un Premio Ondas por su labor de difusión del fútbol y escribe numerosos libros y ensayos sobre el deporte rey en España.

Además de una calle en Pozuelo, compartida con sus hermanos, el campo de fútbol del Deportivo Guadalajara lleva su nombre. Y frente al estadio Santiago Bernabéu hay un busto en su honor realizado por el escultor Juan Serrano Fuentes.

Asunción Mateos Villar