Su abuela materna, Lidia y la mía paterna, Claudia eran hermanas. Así que la nueva presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Pozuelo de Alarcón y yo somos familia. De pequeñas pasamos muchas tardes de verano corriendo por la pradera -salpicada de flores- que nace a los pies de una higuera. Como Laura Ingells. Cerca del lugar al que llegaron los nuestros. Desde Malpartida de Plasencia en busca de una vida mejor. En la adolescencia nos alejamos y volvimos a encontrarnos en La Voz de Pozuelo. Hace dos décadas. Cuando me contó los efectos, no solo físicos, de su cáncer de ovario y que lucharía por superarlo. Porque, por encima de todo, quería ser madre. Ahora tiene dos hijas y cree en el poder de las mujeres para cambiar el mundo. De momento, ha empezado por Pozuelo de Alarcón.
Raquel no para un momento. Desde hace semanas ultima los preparativos del evento que la Asociación de Mujeres Empresarias de Pozuelo de Alarcón (AMEP) celebra el próximo 26 de mayo en el NCC de la plaza del Padre Vallet y la Fiesta de las Viejas que tendrá lugar cuarenta y ocho horas después en torno a la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora. Porque le mueve la ilusión y el compromiso con el municipio en el que ha crecido y en el que ha formado una familia. “Amep necesitaba un nuevo impulso para seguir apoyando el emprendimiento y el liderazgo femenino de nuestras vecinas y creo que es vital mantener y actualizar, respetando la tradición, una fiesta popular que tiene a la mujer como protagonista”.
Hace dos años de su flechazo con AMEP en un hotel de La Finca. Había oído hablar de la asociación y quería conocer de primera mano sus objetivos y a su gente. Luego vino la copa de navidad y su amistad con Pilar Sánchez de la Nieta. Tras una velada especial en la que ambas decidieron trabajar de la mano por y para las mujeres. Ahora es su vicepresidenta. Juntas se han propuesto hacer realidad un ambicioso proyecto basado en la cooperación y el apoyo mutuo. Lo principal es crecer. “La intención es multiplicar por cuatro el número actual de socias y desarrollar con diferentes actividades las áreas de formación y empresa de la asociación”.
Convencida de que un grano si hace granero no se marca plazos pero le encantaría que, coincidiendo con el acto de celebración del décimo aniversario de Amep, previsto para el último trimestre del año, un centenar de mujeres empresarias o autónomas formaran parte de un colectivo que persigue potenciar sus habilidades individuales y aprovechar su talento.
Ronda de contactos
En marzo se produjo el traspaso de poderes. Desde entonces la nueva junta directiva ha afrontado el futuro con optimismo. Una de las primeras acciones ha sido reunirse con todos los grupos municipales del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón y la respuesta no ha podido ser mejor. Raquel y Pilar han visitado los despachos y han intercambiado impresiones con quienes forman el arco político. Todos les han recibido con los brazos abiertos. “Tanto la alcaldesa, Susana Pérez Quislant, como el resto de portavoces, se han mostrado dispuestos a colaborar y a echarnos una mano. Además nos han dado ideas y facilitado contactos que nos van a ayudar a la hora de alcanzar nuestras metas”.
- Hablando de objetivos… ¿Cuáles son los principales a medio plazo?
Además de crecer queremos desarrollar talleres, cursos y seminarios de formación empresarial y crear una plataforma de apoyo al emprendimiento femenino. También construir nuevas relaciones institucionales, mediante acuerdos con grandes empresas y universidades. Entre los objetivos más importantes está la puesta en marcha de una bolsa de empleo y la creación del Premio Mujer Emprendedora AMEP para reconocer el talento empresarial y emprendedor femenino.
Empoderamiento femenino
El reto que Raquel tiene por delante es tan ambicioso como apasionante. Pero no le asusta. Porque dice que se ha rodeado de las mejores. Asegura que está acostumbrada a trabajar con mujeres y sabe de qué somos capaces. Sobre todo las de Pozuelo de Alarcón que en el último siglo han desempeñado un papel fundamental en el mundo laboral. “Desde las lavanderas de La Poza a las que cosían guantes en casa, pasando por las que trabajaban en las fábricas de chocolate o explosivos, nos han dejado un legado que conviene recordar y nos anima a seguir adelante”.
La presidenta de AMEP tenía dieciséis años recién cumplidos cuando empezó a trabajar. Le hubiera gustado ampliar sus estudios académicos y cree que la formación es fundamental para tener más confianza en el futuro y en la vida. Por eso asume con humildad el cargo de presidenta. También con ánimo y muchas ganas. “Si algo tengo es ilusión por todo. Ahora, con casi cincuenta años, soy consciente de que he sido muy valiente. Superé un cáncer y no me rendí cuando los médicos me dijeron que no podría tener hijos. Esa fuerza ante las adversidades me acompaña en mi vida personal y profesional”.
Ilusión y fuerza. Para apoyar y difundir el trabajo de las mujeres. De las empresarias y las emprendedoras. De las que cuidan de sus hijos y participan de la vida social. De las que aman Pozuelo de Alarcón y su historia. De las que no están dispuestas a renunciar ni olvidar un pasado de costumbres y tradiciones.
Ilusión y fuerza. Para contagiar a las que cada día se levantan dispuestas a mover su mundo. Y, de paso, el que les rodea.
Asunción Mateos Villar
Fotos: Valeria Reyes
“La intención es multiplicar por cuatro el número actual de socias y desarrollar con diferentes actividades las áreas de formación y empresa de la asociación”
“Desde las lavanderas de La Poza a las que cosían guantes en casa, pasando por las que trabajaban en las fábricas de chocolate o explosivos, las mujeres trabajadoras de Pozuelo de Alarcón nos han dejado un legado que conviene recordar y nos anima a seguir adelante”
«Ahora, con casi cincuenta años, soy consciente de que he sido muy valiente. Superé un cáncer y no me rendí cuando los médicos me dijeron que no podría tener hijos»
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