A sus 77 años sigue sobre las tablas. En marzo del año pasado estuvo aquí con Hécuba y a finales de mes regresa para reencarnar durante hora y media a uno de los personajes más apasionantes de la historia de España: la Reina Juana de Castilla. Si formas parte del medio millar de afortunados que consiguieron una entrada para verla disfruta del privilegio. No todos los días aplaude uno, en casa, a una actriz con dos Premios Nacionales de Teatro.

Esta temporada el Mira baja el telón con la Premio Nacional de Teatro 2016. El Ministerio de Cultura se lo ha concedido a Concha Velasco por su momento de plenitud artística y por ser un referente de la escena. También por el magisterio que durante su carrera ha ejercido sobre las nuevas generaciones. Hace cuarenta y cuatro años cuando lo recibía por Abelardo y Eloísa ya había participado en cinco montajes teatrales y otras tantas películas. Es la primera vez en la historia del galardón que recae en alguien que lo ha recibido antes.

Concepción Velasco siempre quiso ser artista. Desde muy temprano estudió ballet clásico, danza española y solfeo en el Conservatorio Nacional de Música y Danza de Madrid y Arte Dramático entre los 10 y los 20 años. Comienza en el cine a los 15 con pequeños papeles y sus primeros éxitos llegan con Las Chicas de la Cruz Roja (1958), Los Tramposos (1959) y El Día de los Enamorados (1959).

A partir de entonces participa en numerosas películas como La Verbena de la Paloma (1963), Tormento (1974), La Hora Bruja (1985) o las más recientes Más Allá del Jardín (1996) y París – Tombuctú (1999). También en series de televisión como Herederos o Velvet de Atresmedia en la que en la última temporada ha compartido diálogos con su sobrina, Manuela Velasco, y con José Sacristán.

Reina de la escena

Junto al cine su mayor prestigio profesional lo ha conseguido en el teatro. Debuta en la revista ¡Ven y ven al Eslava! (1959), escrita y dirigida por Luis Escobar. Siguen títulos como Los Derechos de la Mujer (Alfonso Paso, 1961), The Boyfriend o Don Juan Tenorio (dirigida por Luis Escobar en 1964), El Alma Se Serena (Alonso Millán, 1969) o Abelardo y Eloísa (José Tamayo, 1972). Por esta última recibe el Premio Nacional de Teatro. A las órdenes de José Tamayo en un valiente trabajo se desnudaba por dentro que no por fuera aunque así lo creyeran los que cada día de función amenazaban con poner una bomba en el teatro. Hace poco la actriz recordaba en El País que llevaba una malla de color carne y que con Eloísa comenzó un tiempo glorioso que se prolongó en los ochenta con obras de autores como Buero Vallejo, Antonio Gala o Adolfo Marsillach.

Sus últimos trabajos sobre las tablas han sido Hélade inaugurando el Festival de Mérida de 2012 dirigida por Joan Ollé; Hécuba de Eurípides, por José Carlos Plaza en 2013 -que hizo parada en Pozuelo- y Olivia y Eugenio bajo la dirección de Juan Carlos Plaza.

Actualmente Concha Velasco duerme por las mañanas porque de noche rueda una serie de televisión , Las chicas del cable, sobre las primeras teleoperadoras, a la que se ha incorporado el equipo de Lobal Peluqueros, con salones en Pozuelo y Valdemorillo, para hacerse cargo de la peluquería de época.

Y sigue de gira por España con Reina Juana, dirigida por Gerardo Vera y escrita por el director del Centro Dramático Nacional, Ernesto Caballero. El próximo 28 de enero llega a Pozuelo pero sólo quienes compraron entrada hace meses podrán disfrutar del monólogo. Y contemplar a una mujer destrozada emocionalmente por sus grandes contradicciones y su rebeldía, por su fuerte personalidad y un enorme desequilibrio afectivo que cristaliza en un paseo por el amor y la muerte. Un paseo que parece hecho a la medida de Concha Velasco. Otra reina. Pero del escenario.

Conocida y reconocida

Premiada por los profesionales del sector, por la crítica y el público en numerosas ocasiones. Entre sus más recientes galardones destacan la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo en 2009, el Premio de la Academia de Televisión a Toda una Vida 2009, el Goya de Honor 2012 y el Premio Toda una Vida de la Unión de Actores 2011.

Por su papel en Hécuba (José Carlos Plaza en 2013) recibe el Premio Valle Inclán, el Premio de la Comunidad de Madrid y el Premio Ceres. En 2016 recibió el 16º Premio Corral de Comedias del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro y el Premio Nacional de Teatro del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte por la pasión, valentía y excelencia con que aborda papeles tan complejos como los últimamente interpretados en La vida por delante, Hécuba, Olivia y Eugenio y Reina Juana.

Además tiene tres Goya, cinco premios de la Unión de Actores y dos Max.