Resiliencia es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos. Es la palabra de moda… no corren buenos tiempos. También el título del nuevo trabajo de Diana Navarro, una malagueña de voz prodigiosa, que vuelve a Pozuelo con un espectáculo que nace de la necesidad de contar -cantando- su evolución personal y artística. Y el cartel de no hay billetes.

Todavía le quedan dos años para cumplir cuarenta pero Resiliencia es su disco de madurez. La cantante andaluza ha compuesto todos los temas y ha tomado las riendas de la producción con su inseparable Bori Alarcón -ganador de 7 Grammys latinos- con el objetivo de sorprender no sólo a sus seguidores. El resultado es un ejemplo de superación personal que va directo al corazón y pone los pelos de punta.

También es el cuaderno de bitácora de un viaje interior que se adentra en nuevos mundos musicales. Es la experiencia artística más íntima y arriesgada de la cantante. O trece canciones escritas con el alma que fusionan diferentes estilos y muestran la mejor versión de Diana Navarro. Emociones, desamor, seducción y atrevimiento en forma de melodía.

A ras de cielo

Seguro que el concierto del próximo sábado en el Mira Teatro va a ser un gran espectáculo. Como el de 2009. En aquella ocasión se subió a sus tablas con Camino Verde. Aquello fue  motivo suficiente para conversar con Diana Navarro y dedicarle en marzo la portada de La Voz de Pozuelo.

Fue por entonces cuando descubrí a una joven fuerte, segura de sí misma, que vivía un momento dulce sin olvidar su origen humilde. Hablamos de sus comienzos en el mundo de la música -cuando tuvo uso de razón-, de su barrio de pescadores y de sus sueños.

También de copla, mujeres y de su vena solidaria. Hasta de la palomita que decidía liberarse. Hoy se ha convertido en águila real y surca los cielos.

Asunción Mateos Villar