Dice Pablo Martín que el besamanos a la Virgen de la Consolación aspira a convertirse en el segundo evento más importante de cuantos organiza la Congregación a lo largo del año. Tras los actos religiosos de las fiestas patronales. El próximo fin de semana las puertas de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora se abren de par en par para que los vecinos puedan besar a la madre y dedicarle unos minutos de oración. Además el sábado, con motivo de La Candelaria, se celebra la procesión de las candelas. El joven congregante ha querido compartir con los lectores de La Voz de Pozuelo cómo nació la idea de organizar la muestra de cariño a la Patrona.

El besamanos surgió por providencia divina. En agosto de 2017, cerrando la capilla, una vez terminada la vestimenta de la Patrona para subir a su dosel de cultos, una señora con movilidad reducida y devota de la Consolación entraba a la iglesia para rezar. Le acompañé hasta la capilla y le coloqué una silla frente a la Virgen para que le rezara lo más cerca posible.

Durante todo ese ratito la mujer se emocionó, rompió a llorar y tuvo la oportunidad de tener una conversación de madre a Madre. En ese momento, me di cuenta de que todo el mundo tenía derecho a ver a la Virgen de sus anhelos tan de cerca como la vemos las personas que tenemos el honor y el orgullo de asistirla.

Este año nos hemos volcado de nuevo en el montaje de su altar de besamanos, queriendo siempre que la Virgen luzca preciosa y sea la mejor anfitriona para la visita de sus hijos. Aunque, no nos engañemos, la Virgen está siempre preciosa; en su besamanos, en su altar de cultos o sobre su paso procesional. Pero esta vez le toca bajar desde el cielo a recibir todo el amor y el cariño que le transmiten sus hijos con un simple beso y un instante de oración.

Pero este fin de semana no sólo se celebra el besamanos. También, con motivo de La Candelaria, nuestra parroquia organiza la procesión de la candelas que comenzará en el azulejo de nuestra Virgen hasta el interior del templo, continuará con nuestra misa de hermandad mensual y finalizará con una chocolatada en la sede de nuestra Congregación.

Y el domingo, al finalizar la misa de las familias, tendrá lugar la presentación de niños a Nuestra Señora; un acto muy especial en el que consagramos a la Virgen la vida de los más pequeños de la casa.

Os invitamos a todos a acompañarnos en estos actos, para que los pozueleros le demostremos de nuevo a la Virgen de la Consolación el amor incondicional que le profesamos».

Pablo Martín del Viejo

Pilar Palomo de niña

Un simple beso y un instante de oración

El doctor Pedro Cornago