Sabemos por tradición oral que ya a finales del siglo XIX se celebraba el manteo de los peleles. En torno al 20 de enero, festividad de San Sebastián, las mujeres se reunían en las casas al calor de la lumbre y, entre risas y canciones bufas, fabricaban muñecos de trapo, rellenos de paja, que después manteaban en las calles y plazas del pueblo.
El juego consistía en que las mujeres, con la ayuda de una manta, hacían volar sus creaciones y los hombres trataban de arrebatárselas para tirarlas al pilón. Para evitar que se las quitaran intentaban disuadirles con palos y escobas.
Aunque no se sabe con exactitud el significado de esta costumbre, que Goya plasmó en uno de sus cuadros, según la Cronista de la Villa, María Esperanza Morón, hay distintas versiones. Una de ellas es que el muñeco representaba una autoridad del lugar que durante ese año no había cumplido bien con su deber y como castigo se le hacía volar por los aires. Otra es que simboliza al soltero, que no se quería casar, y las mujeres condenaban al manteo. De ahí que los hombres trataran de conseguir el muñeco para zambullirlo en el agua.
Actualmente en Pozuelo el manteo del pelele es una tradición que tiene por objetivo recordar la historia. Para que niños y mayores se diviertan elevando lo más alto posible los personajillos.
Coser y cantar
La Asociación Cultural La Poza, con el apoyo del Ayuntamiento, se encarga de organizar los vuelos sin motor. Los socios organizan talleres en su sede, después de Navidad donde todo el que quiera puede aprender a crear peleles. Una vez terminados se llevan a los colegios y los escolares los decoran para que cada clase pueda mantear el suyo. De paso, conocen el sentido de la tradición, canciones populares y la forma correcta de elevar su monigote.
Mañana, 21 de enero, los peleles vuelven a la Plaza de la Coronación. Pero antes el grupo parroquial de Nuestra Señora del Carmen se encargará de entretener a los pequeños que acudan con sus padres, tíos o abuelos.
El manteo comenzará con la lectura de un pregón y estará amenizado por la agrupación Arrabel. El baile tradicional del rondón y el reparto de bollos y caridades típicos de estas fechas, por autoridades y miembros de la Asociación Cultural La Poza, pondrá fin a la celebración.