Quedan quince días para el regreso de un original encuentro aplazado, como tantos otros, por la pandemia. De altura y bajura. En esta edición también de media altura. Porque a los gigantes y cabezudos de Aranda de Duero, San José de Valderas y San Lorenzo de El Escorial, que acompañarán a los nuestros por la Avenida de Europa y el centro urbano, se unirá un original grupo de Alcalá de Henares. La ciudad cervantina presume -y con razón- de poseer la mayor colección de gigantes de Madrid y a falta de comparsa un grupo de vecinos, entusiastas y amantes de las tradiciones, ha creado la asociación de jóvenes giganteros de Alcalá de Henares y la ha bautizado con el nombre de Los Pequeñantes. Son niños y adolescentes que lo mismo sacan de paseo a la Torre de San Justo y al gitano pequeño, que a un vampiro de Transilvania. Casi seguro que sus gigantillos serán los reyes del baile. Con permiso de Bárbara y Fernando.

En Burgos Manolete y un toro rematan los detalles de su vuelta al ruedo pozuelero. Los Marqueses de Valderas ponen a punto sus trajes un poquito más cerca bajo la atenta mirada de un piloto. Y varios serranos se preparan en San Lorenzo.

Los unos y los otros participan el domingo 16 de octubre en la cuarta edición del encuentro de gigantes organizado por la comparsa de gigantes y cabezudos de Pozuelo de Alarcón. De la música se encargarán las bandas de gaitas y dulzainas Abeiros y Filigranas.

El entusiasmo es generalizado porque se trata de una salida importante y, en algún caso, la primera tras la pandemia. También para los nuestros es especial. Tanto que, además de acicalarse, han escondido muy bien los impermeables blancos porque quieren que brille el sol. Dicen Blasa y Casilda que no van a revelar su paradero en el museo; que tienen sus labios sellados -metafóricamente- y Espe, como es agente de la autoridad, se ampara en el secreto profesional.

Gabriel va a estrenar pluma -por si la crónica- y los paisanos Julia y Crispín se han puesto en manos de su presidente. Juanjo Granizo ha tirado de trucos de belenista para hacer, esta vez, de médico rehabilitador. Y sus graciosas majestades están tranquilas. Bueno, Fernando más que Bárbara que anda preocupada porque su perrito todavía no tiene nombre. Le gustaría que el carlino que le trajeron de China se llamará Salomón o León porque ha leído por ahí que el mastín de Las Meninas respondía a uno de esos dos nombres. Sueña con el bautizo.

El cuarto encuentro de gigantes comenzará a eso de las 11:00 horas con la plantá en el aparcamiento de la carretera de Húmera. Después, los integrantes de la comitiva desfilarán por la Avenida de Europa y la calle Paris hacia la plaza del Padre Vallet donde llegarán sobre la una de la tarde.

Para bailar, entre otras, la polonesa.

Asunción Mateos Villar
Fotos: Manuel Martín