Febrero se come a enero como una deliciosa hamburguesa del Kaprika, casi sin darnos cuenta. Otras veces es peor. Te das cuenta de que todo ha acabado y apenas ha dejado huella. Desde que Goya pintó Saturno devorando a su hijo, poco ha cambiado, por no irnos muy lejos.
Una de las cosas que mas me gusta de los tiempos pozueleros es sentarme y ver las exposiciones con ojos distintos. Descubrir nuevos detalles de la obra colgada, mirar absorto, pero de otra manera. O cuando no estás haciendo ningún caso te atrapa eso que no habías imaginado.
El año ha empezado en Cafebrería ad Hoc con las fotografías de Rosa Jiménez: “Extrañamientos”. Personas en un momento especial de percepción, de descubrimiento, de conocimiento. La autora hace referencia al mundo acuñado por el filósofo alemán Peter Sloterdijk. La muerte de un ser querido, una ruptura, se convierten en una brecha, en un estado de vigilancia. Un estado todavía guardado en la intimidad, que no mostramos, y menos a los que nos rodean.
Ay, la extraña quietud con la que se posa en la época en la que todos tienen móvil.
De otros tiempos habla Paco Díaz (Madrid, 1967), curioso y original artista que hace del collage un elemento más de su pintura. El otro día, tras la exposición de José Caballero -nada menos- en el MIRA, esperaba en el vestíbulo y me deleitaba con el alegre cuadro de Paco Díaz, que podría titular algo así como el estudio del artista y sus trampas y virtudes. Como brota la maceta desenfadada. Como se apilan los cacharros en ordenado desorden.
En Cafebrería han quedado dos, encima de dos de los ventanales escaparates, de una serie extraña, elogio del artesano, del oscuro maestro que deja su impronta, su mundo raro en un constructivismo a la española, post retretes de Antonio López. Le cabe el honor al artista: la dama francesa, que no pudo acabar su té porque no soportaba mirar el cuadro que tenía enfrente… y se tuvo que ir. Si, eso ha pasado en Pozuelo de Alarcón y quería contarlo.
Marzo ha devorado a febrero también, en un festival de neumonías, lumbagos, gripes. Sigo sentado frente a mi copa de Vichy Catalán y las enigmáticas fotografías de Rosa Jiménez (Madrid, 1983), escritora, musa secreta de tantos y activa profesora en U-tad y en la Escuela de Escritores, me hace pensar en la soledad del invierno, en esas miradas que intentan que nadie se de cuenta de que el mundo se va a derrumbar a tu alrededor porque quien amabas ya no te ama, porque ya no eres quién creías. Pero llega marzo, la naturaleza nos embauca de nuevo.
Jesús Gironés
Maria Fernanda Thomás de Carranza, José Bergamin y José Caballero, al desembarcar del Cabo San Vicente, en el puerto de Cádiz. 1959
Retrete. Obra de Paco Díaz