Una exposición en Madrid recupera la memoria del activo centro de arte pozuelero, con una selección de 68 artistas. Una historia que puede contarse entre la voladura controlada del palacete de Nino Nanetti y su propia demolición. Tanta cultura en un espacio tan pequeño. Y ahora una parcelita invisible enfrente de la gasolinera BP de la Estación.

Roberto González Fernández, Javier Mazorra y Bettina Geisselmann bajo el cielo de Arriaza 11
Hace 45 años, en 1978, en plena primera democracia surge El Foro cívico-cultural de Pozuelo. Tiempos de efervescencia política, social y cultural en un pueblo en el que todavía había lombardas y se volaba el palacete de Nino Nanetti para convertirlo en un conglomerado de adosados.
Un grupo de profesionales liberales, periodistas, artistas, gentes con intereses cívicos… algunos provenientes de la asociación de vecinos, tras reuniones en Bularas y en casa de Ute Kadner, que mas adelante conseguiría que se modificase el eufemísticamente llamado plan de ampliación de la casa de campo para proteger el pinar que había enfrente de su casa, el llamado Cerro de los Perdigones, y antes Monte del tío Cirilo. Y que en algún momento pensamos que podría llamarse Parque de Ute Kadner.
Los primeros tiempos de El Foro, la etapa Paloma Navares, diríamos, en la que tuvo un importante papel la creadora audiovisual, siempre apoyada por Marisa González, premio Velázquez 2023. Eran los tiempos en que todo estaba por hacer y tantas cosas se hicieron. Allí estaban Genovés, Peridis, Forges, Luis Eduardo Aute, Pepe Castellote, Orcajo, Roberto Turégano, Alicia Sánchez… Era concejal de cultura Paloma Figuerola-Ferretti.
En 2023 El Foro de Pozuelo hubiese cumplido 45 años. Un sueño colectivo que realizó su última exposición en el viejo edificio de Juan XXIII en noviembre de 2015.
La exposición de Le Frere “Piedra, papel, tijera” se clausura el 29 de enero de 2016 y se convirtió inesperadamente en el último acto artístico, que acabó con una performance especial para la ocasión. Prácticamente allí se estrellaban contra la realidad 37 años de utopía, unas salas de exposiciones que fundamentalmente habían visto pasar cientos de artistas, desde trayectorias consolidadas a los más jóvenes.
El mal estado del edificio que había albergado tenencia de alcaldía, ambulatorio, biblioteca municipal… y El Foro y sus talleres y salas de exposiciones acabaron en un derribo más vulgar, pero igual de efectivo que el de Nino Nanetti.
Esas paredes sobre las que se vieron obras de Carlos Franco, Francisco Farreras, Vaquero Turcios, Marta Cárdenas, Menchu Lamas, Paz Muro, Paloma Navares, Marisa González, Mareta Espinosa, Ginés Liébana, Rinaldo Paluzzi, Luis Gordillo, Antonio López, Amalia Avia, Soledad Sevilla, Pablo y Luis Pérez-Mínguez, José Hernández, Gregorio Prieto.
Esas salas dónde se escucharon las voces de José Hierro, Elsa López, Blanca Andreu, Andrea Luca, Julio Pérez Manzanares, Andrés Rábago/El Roto, Juan Manuel Bonet, Pepe Duarte, Francisco Umbral, Luis García Berlanga, Ana Marzoa… y la mismísima Alaska.
Pocos sitios, y tan pequeños, han albergado tanta cultura y de forma continuada.
Desde su puesta en funcionamiento en 1978, El Foro de Pozuelo fue un centro pionero, que supo vincular a artistas y otras actividades a sus proyectos: tertulias. conferencias, coloquios, poesía, conciertos, teatro, videoarte…
Para la exposición de Arriaza he seleccionado entre los creadores que hicieron una individual a partir de los 90, casi todos entre 1995 y 2015, con algunos otros que se implicaron especialmente en algún momento, e incluso la artista que entró el último día de la última expo en el viejo edificio, Florencia Kettner. Había oído hablar de El Foro y quería exponer…
El eje 1995/2015 se iniciaría con la individual que hace David Trullo, que significa un cambio en la línea de exposiciones, en lo que a mí respecta como responsable.
No han cabido todos los artistas posibles; por falta de tiempo, por olvido, por distancia… pero los que están reflejan perfectamente el espíritu de nuestras salas.
Sin duda, el desembarco de El Foro en Arriaza 11 tiene mucho que ver con las muestras colectivas que iniciamos en 1999 con “Simone de Beauvoir dice: me gustan los chicos y las chicas independiente del sexo que sean”, y se cerró con “Garbo, Dietrich… y Katherine Hepburn”. No quiero olvidar nuestros homenajes a Gloria Fuertes, Emilio Sanz de Soto, Pablo Pérez.Mínguez o Luis Cernuda.
Cabe aquí nuestro recuerdo y gratitud para Pablo Peinado y su Festival y Colección Visible.
O de aquellas colectivas, como el “Homenaje a José Luis Aranguren” -sucesora de la inaugural de mayo de 1980- que organizó Orcajo a mediados de los ochenta y reunió desde Gordillo, Amalia Avia, Pepe Caballero o Genovés a Soledad Sevilla, Alcaín, Amadeo Gabino, Diego Moya, Waldo Balart, Alcorlo, Caruncho, Diego Moya, Julián Gil, Salvador Victoria o Lucio Muñoz.
Una exposición que podría hablar de lo perdido, pero que quiere ser, una vez mas, una celebración del arte y los artistas.






