Una de las colecciones con más acento femenino de Fundación MAPFRE está en camino. Los felices años veinte regresan a Pozuelo a través de las obras del creador de la ilustración art déco en España. A Rafael de Penagos le debemos, además de importantes innovaciones estéticas, un nuevo tipo de mujer marcada por la extrema modernidad y la sofisticación en su forma de vestir y en sus modos y maneras de comportarse.
Desde las páginas de revistas como La Esfera, Nuevo Mundo, Blanco y Negro o ABC, en carteles realizados para el Círculo de Bellas Artes y empresas como Gal, Rafael de Penagos (1889-1954) nos ofrece uno de los panoramas más ricos y representativos de los años del charlestón. Con sus ilustraciones configura un nuevo modelo femenino; el de la Eva moderna, que marcará un punto de inflexión en la visión social de la mujer.
Fundación MAPFRE posee la más importante colección que existe sobre Rafael de Penagos. Compuesta por más de un centenar de obras, entre dibujos originales y primeras ediciones de sus ilustraciones publicadas, refleja la fascinación del artista por la modernidad. Para la exposición del Mira Espacio Cultural (del 22 de febrero al 2 de abril) se han seleccionado aquellas que establecen un diálogo más claro entre el arte y la vida.
Adiós a la sumisión
A finales del siglo XIX comienza a quebrarse la concepción de la mujer como ser intermedio e intermediario entre el hombre y la naturaleza, como madre y lugar de refugio. Las mitologías se revisan y se rescata a mujeres fuertes, poderosas, pasionales que se muestran exhibiendo lo que hasta entonces permanecía oculto.
La primera Guerra Mundial acelera el cambio de rol con su incorporación a la sociedad convertidas en jóvenes viudas o con esposos en el frente-y trabajo, baile y deporte serán clave en la evolución de sus condiciones de vida.
Dandi andrógino
La gran contribución de Rafael de Penagos fue popularizar, a través de sus dibujos en grandes revistas ilustradas, el prototipo de mujer desinhibida que fuma, esquía y juega a tenis. Y, por supuesto, baila. Que se corta el pelo, transforma su rostro con cosméticos y asalta el armario de los hombres para vestirse como ellos.
Ellas son ahora el nuevo dandi, casi andrógino, que crea un equívoco entre lo masculino y lo femenino y hasta una nueva idea del mundo… sin clases sociales y sin diferencias de sexos.
Imágenes: Fundación MAPFRE