Desde la adolescencia he sido seguidora de Mikel Erentxun. La primera vez que le vi fue en el programa de televisión que hacía Fernando García Tola. Cantando con su banda dentro de un aparato de radio. Aquello que sonaba me gustó mucho. Tanto como los párrafos que alguien había escrito en un pupitre del instituto Camilo José Cela. Era la letra de la canción “Jardín de rosas”. Con la versión del tema de Joe South y el vídeo de “Cien Gaviotas” comenzó todo. Pero no le conocí en persona hasta el año 1996. Acababa de licenciarme en Ciencias de la Información y Mikel volaba en solitario con “El abrazo del erizo”. Nos vimos en una de las aulas que ahora ocupa la Escuela de Artes Escénicas. Volvimos a charlar en 2014 coincidiendo con el regreso de Duncan Dhu, días antes del concierto del grupo en las Fiestas Patronales. Y ahora en 2022 he vuelto a entrevistarle para hablar de su último trabajo, “Amigos de guardia”. Cada ocho años le hago una entrevista. Así que le adelanto que la próxima será en 2030. Se ríe de la casualidad y me dice que ojalá sigamos en activo los dos. También que en Pozuelo de Alarcón y en cualquier lugar de la Comunidad de Madrid se siente como en casa.

“Amigos de Guardia” es una auténtica delicia para los oídos. De principio a fin ¡Qué trabajo tan bonito has hecho con ellos y tus canciones! A mí me parece un joyero con veinte piedras preciosas. También es el resultado de un proyecto que la pandemia transformó. Porque la idea era celebrar tus 35 años en la música con público, en un auditorio, grabarlo y editarlo…
Es un pequeño regalo que nos hemos hecho entre mis amigos y yo. El poder repasar toda una vida rodeado de gente a la que admiras ha sido un placer. Realmente es un privilegio tener un disco así porque es un resumen a treinta y cinco años con la mejor gente posible. La idea original era mucho más pequeña y empezó antes de la pandemia. Yo estaba girando con “El último vuelo del hombre bala” y además tenía un año por delante con muchos conciertos. Como se cumplía la efemérides de los treinta y cinco años de Duncan Dhu pensamos que sería bonito, en algún momento de la gira, hacer un concierto de éxitos con algún amigo. Era una cosa como muy concreta; un pequeño paréntesis. Pero de repente vino el COVID y todo se fue al garete.  La gira se suspendió y me encontré con tiempo. El proyecto “Amigos de guardia” fue creciendo como una gran bola de nieve y se fue haciendo más grande hasta convertirse en lo que es ahora; un doble disco, 20 canciones, 24 invitados y una gira larguísima por España y América. Al final creo que hemos salido ganando; yo por lo menos he salido ganando porque me he encontrado con un colofón, no a mi carrera porque espero que siga más adelante, pero sí quizás a una trayectoria. Encima luego me cayó el Ondas así como de repente. Y no puedo desligar el premio de «Amigos de Guardia».  Porque ha sido como el destino: hago un disco, los artistas se vuelcan y de repente el Ondas. Ha sido todo tan bonito que todavía estoy flotando.

Hablando del caballo alado 2021 creo que te enteraste de la noticia mientras ibas conduciendo y tuviste que parar…
Yo venía de Madrid de un acto de promoción de “Amigos de guardia” y tenía el coche en el aeropuerto de Fuenterrabía. Me subí y al poco me llamó el chico de Warner que me había llevado a Barajas una hora antes. Pensé que porque se me había olvidado algo y cuando me lo dijo tuve que parar en el arcén. Me puse muy nervioso. No entendía nada ¿Un premio Ondas? Pero si no estaba nominado. Me pilló totalmente desprevenido. Llegué a casa y estuve dos horas colgado al teléfono recibiendo felicitaciones. Creo que nunca, ni en Navidades, ni en mi cumpleaños, había recibido tantas llamadas y tantos mensajes de felicitación; incluso de artistas a los que no conocía personalmente. Ese fue un día maravilloso y cuando nos fuimos toda la familia a Barcelona a recoger el premio. Todo lo que rodea al Ondas ha sido muy bonito. Es el único premio de todos los que tengo que he colocado en el salón; en un sitio muy visible. Los discos de oro están por ahí amontonados pero mi caballo está a la vista de todos. Es el mejor premio. Cuando arrancamos con Duncan Dhu y enseguida tuvimos éxito decíamos que lo importante no era tener un éxito sino tener una carrera. Siempre me he esforzado por tener una de recorrido largo, con éxitos y fracasos, a veces arriba y otras abajo, pero una carrera larga y coherente y un premio a eso, en vida, es una gozada.

Para localizar a tus “Amigos de guardia” tiraste de listín telefónico y la sorpresa fue que todos estaban disponibles ¿Tenías claro desde el principio quiénes tenían que estar y por qué?
Fue una sorpresa sí porque a muchos artistas los conocía pero a otros no y efectivamente me tuve que agenciar teléfonos y fui llamando de uno en uno a todos. Yo tenía una lista muy larga pensando que muchos no iban a poder o no iban a querer o lo que fuese. Y no fue así. Todos decían que sí, la lista iba creciendo y nadie se borraba. Los meses de preparación fueron muy bonitos. La predisposición de la gente en plena pandemia fue total y muy gratificante sentir el respeto de los invitados, algunos de generaciones más jóvenes, hacia mí y mi trabajo. Yo hice una lista de la gente que me gustaba. Es el único nexo común y llamé a los que admiro, a los que compro sus discos. Hay gente de mi quinta como Bunbury o Calamaro y de otras como Amaia que es casi como mi hija.

¿Cómo fue la selección de los temas? Imagino que complicada porque en más de treinta años de carrera han nacido cientos de canciones…
Efectivamente. Fue complicada porque eran veinte canciones y mi carrera son veinticinco álbumes con lo cual estaba claro, desde el principio, que iba a haber discos sin representación. Yo al final les di libertad a los invitados y a las invitadas y fueron ellos y ellas los que eligieron las canciones. Y así a mí me evitaron el tener que decidir. El resultado final no es exactamente lo que yo pensaba porque cuando hice la lista también me hice otra secreta de posibles canciones con invitados y luego no coincidió. Porque yo había elegido prácticamente todos los singles y hubo muchos amigos que prefirieron canciones menos conocidas. Al principio me pareció un poco raro pero el resultado ha sido perfecto porque la fotografía es mucho más acertada.

En la versión de “En algún lugar” con Santi Balmes, de Love of Lesbian y Victor Cabezuelo, de Rufus T. Firefly se mezclan pasado, presente y futuro y “Está luz nunca se apagará» es la versión del clásico de The Smiths, con Marc Ros de Sidonie y Juan Aguirre de Amaral, firmada por tres fanáticos de los de Manchester ¿Estás de acuerdo conmigo?
Pues sí. La verdad es que el cruce de generaciones ha producido situaciones preciosas. De admiración mutua. Marc y “Esta luz nunca se apagará” iban ligados porque ya en su momento la cantamos juntos en un concierto de Barcelona y cuando le llamé eligió esta canción. Y cuando Eva Amaral me adelantó el tema que había elegido me dijo que Juan estaba un poco celoso (risas) y que le gustaría estar en el proyecto. A mí me pareció perfecto. Quería tocar la guitarra en esa canción porque le gustaba muchísimo. El resultado es una mezcla de tres artistas que venimos de tres sitios muy distintos haciendo una versión de un cuarto artista…  una mezcla interesante; la magia de la música.

¿Qué tal el resto de aportaciones?¿Cuáles fueron tus sensaciones durante la grabación?¿Y ahora?
Yo estoy muy contento del resultado porque creo que los invitados han elegido canciones que se adecuaban a su forma de cantar y de interpretar.  Y las canciones se han hecho suyas. Tú oyes a Coque Malla cantando “A un minuto de ti” y parece que es suya y que la ha cantado toda la vida. Y así ha ocurrido con todos. Yo creo que la mezcla funciona y cuando el invitado está cantando la canción es suya. Cuando me toca cantar a mí vuelve a ser mía, la vuelvo a recuperar y en esa dialéctica no es de uno ni de otro. Todo el disco ha conseguido pasar esa prueba. Son mis canciones pero es un disco de los veinticuatro invitados.

¿Cómo va la gira de “Amigos de Guardia”?
La gira va muy bien. Además era largamente esperada. Con un año y medio de retraso pudimos arrancar y llevamos ocho o diez conciertos. Estoy girando con la banda que ha grabado el disco; la formación más grande que he llevado nunca en directo; mis seis músicos, con una producción mayor de lo que es habitual en mis conciertos y, sobre todo, con un repertorio muy ganador. Porque a las canciones del disco hemos añadido todos esos singles que se quedaron fuera como “Cien Gaviotas” o “Una calle de Paris”. El concierto es una fiesta, un karaoke, con éxitos de muchas épocas y una banda increíble. Pensado para disfrutar. A ver, yo siempre he renegado un poco de esto. Es una pequeña contradicción porque he querido mirar hacia delante y no vivir de rentas ni de éxitos pasados pero este año hago una excepción. La idea es acabar la gira en un concierto grabado con los invitados. Y cerrar esta aventura con la idea primitiva.

Para eso todavía queda… antes vienes a Pozuelo. Esta vez a un teatro ¿Cómo será el concierto del sábado? ¿Crees que esa noche habrá amigos de guardia para acompañarte?
De los diez conciertos que llevamos la mitad han sido en auditorios, con el público sentado, y han funcionado muy bien. En sus asientos solo al principio claro… luego se ponen de pie. A mí los teatros me gustan. Los conciertos de la gira de regreso de Duncan Dhu fueron en su inmensa mayoría en auditorios. Desde la butaca la gente escucha de otra manera; hay como más silencio, como más respeto. Eso está bien porque cuando haces una canción lenta, desnuda, disfrutan mucho el momento. Y cuando se levantan -porque toca- para cantar y dar palmas el concierto es como muy dinámico. Por ahora solo hemos tenido amigos de guardia en San Sebastián. Que haya alguno el sábado en el Mira dependerá de que esté por Madrid y le apetezca subir. Lo que si te puedo decir es que todos están  invitados y las posibilidades abiertas. Puede que haya sorpresas, claro que sí.

En los últimos años la televisión pública, algunos canales privados y las plataformas han apostado por la música con programas tan originales como “La Hora Musa” o “BSO” de Emilio Aragón. Para los que recordamos “Tocata” y acudimos como público a grabaciones de RockoPop ha sido como una revolución ¿Crees que asistimos a un renacimiento de la música en televisión a pesar de la era digital?
A pesar de la era digital está habiendo pequeñas gotas de esperanza. Por un lado, aparecen nuevos programas de televisión cuando pensábamos que ya no habría más. Además muy bien hechos como “La Hora Musa” que mencionabas tú antes. Por otro, hay un resurgir del vinilo; de repente vuelve a haber cajones de vinilos en las tiendas de música y se venden tocadiscos… hay pequeños destellos en esta época digital. Aunque luego no nos engañemos, las que mandan son redes sociales como Spotify o Youtube. Pero creo todavía hay esperanza y que el soporte físico, los programas de televisión y alguna revista van a seguir aquí.

Melódico es una de las últimas apuestas musicales de Movistar + y está basada en las versiones de temas de artistas melódicos. A mí me ha sorprendido y gustado a partes iguales pero me recordaba un poco al “A mi manera” ¿Qué tal la experiencia en el programa de la Sexta?
La experiencia en “A mi manera” fue increíble. Fíjate que yo no lo veía nada claro y me costó mucho decidirme. La primera vez que me llamaron para hacer el programa y me contaron el argumento  lo veía como un reality más y a mí me espantan los realities. Tras un tira y afloja con el director y el guionista, tratando de convencerme de que no era así, acepté la propuesta. Porque era un programa donde todo giraba en torno a la música. Además los conciertos de “A mi manera” se hicieron en riguroso directo. Con la libertad absoluta de poder hacer lo que quisieras. Eso me acabó de convencer. Porque me encanta hacer versiones y además de cosas, en principio, improbables, como hacer una versión de Marta Sánchez.

Y por último ¿Qué te gusta hacer cuándo no estás encima de un escenario? A juzgar por tu Instagram eres un hombre sencillo que disfruta de la familia y la naturaleza ¿Has aparcado tu carrera deportiva y has montado una empresa de moda y complementos? Porque mira que te gusta un sombrero…
No, no… para nada (risas). Me gusta mucho la ropa, los complementos, el estilismo y los cambios de look. El deporte no lo he abandonado, todas las mañanas salgo a correr y todavía hago una o dos carreras al año pero es verdad lo que tú has dicho… la vida en familia me encanta. Soy como una especie de Superman. El fin de semana me visto de estrella del rock, me subo a la furgoneta y me voy a tocar. Pero vuelvo el domingo a la noche y el lunes soy otra vez Clark Kent en versión padre de familia; me encargo de llevar a los niños al colegio y de ayudar en las tareas de casa. Hacer una vida normal me encanta.

Le pregunto a Clark si quiere añadir algo y me dice que solo animar a los que aún no lo tienen claro. Porque es un concierto atípico; una ocasión única para revivir los grandes éxitos de Duncan Dhu. “Cuando acabe la gira volveré al estudio y sacaré un nuevo disco; lo de ahora es atípico y hay que aprovecharlo”.

Asunción Mateos Villar