Los ganadores de los Goya 2019 fueron Campeones, El reino y La 1 de TVE. La gala celebrada en Sevilla y presentada por Andreu Buenafuente y Silvia Abril fue seguida por 3.819.000 personas. Esto dato se traduce en un 26,2% de cuota de pantalla. La mejor de los últimos nueve años. La cifra y el porcentaje convirtieron la Fiesta del Cine Español en el programa más visto del día. Uno repleto de emociones y grandes momentos que ha marcado un antes y un después. No sólo en la historia de la industria cinematográfica. Parece que, por fin, la sociedad española está preparada para dar visibilidad a quienes hasta ahora no la han tenido. Los culpables son -entre otros- Javier Fesser y Arantxa Echevarría.

Fueron tres horas intensas. Que arrancaron a todo ritmo. Con una pareja al borde de un ataque de nervios -como las mujeres de Almodóvar hace treinta años- recorriendo en coche las principales vías de la capital hispalense y un botón con el poder de cambiarlo todo. A partir de ahí sólo cabía esperar lo mejor.

Y lo mejor llegó… a través de la voz de Rosalía y su versión de uno de los temas más conocidos de Los Chunguitos, el homenaje a Chicho Ibáñez Serrador, la aparición de Groucho Marx y, sobre todo, de las palabras de Jesús Vidal. El goya a Mejor Actor Revelación por la película «Campeones» protagonizó el gran momento de la noche. Con tan sólo un 10% de visión -una capacidad diferente- pero una mirada clara como el agua habló de inclusión, diversidad y visibilidad. Para dejar claro que no hay marcha atrás. Que estamos preparados para normalizar y sabemos hacerlo. Y la bilbaína Arantxa Echevarría, que se llevó el goya a la Mejor Dirección Nobel por «Carmen y Lola», apoyó su moción trasladándola a la libertad sexual.

El dardo de humor negro para Echenique, cómicos colgados, una tuna universitaria y la aparición estelar del Máxim Huerta para presentar la categoría de Cortometraje -por aquello de su corta responsabilidad ministerial- mezclaron realidad y ficción en un divertido encuentro de la profesión con el público. Ese que, como comentaba el presidente de la Academia, Mariano Barroso, consume historias diferentes y nuestras que representan un cine diverso y con proyección internacional dispuesto a llegar al espectador a través de todo tipo de pantallas.

El cine, la televisión y… la radio. Un guiño a las ondas de un actor que también es periodista. Antonio de la Torre se acordó del locutor José María García tras recoger su merecido goya a Mejor Actor Protagonista por «El Reino». Impecable su interpretación del político corrupto Manuel López-Vidal. La película de Rodrigo Sorogoyen -goya a Mejor Dirección- remueve las cloacas políticas de nuestro país y a nosotros por dentro. De forma trepidante. También por obra y gracia del músico francés Olivier Arson, goya a la Mejor Música Original.

El cine, la televisión, la radio y… el teatro. Susi Sánchez se bajó de las tablas del Teatro Central donde representaba la función «Espía a una mujer que se mata» para subir al escenario del Fibes. A recoger su goya a la Mejor Actriz Protagonista por «La enfermedad del domingo» de Ramón Salazar. Intérprete, a tiempo completo, y muy querida por las gentes de una profesión a la que se dedica en cuerpo y alma desde hace décadas.

Los recién llegados son los actores accidentales de «Campeones». Ellos cerraron con besos, abrazos y alegría -contagiosa- la trigésimo tercera edición de los Premios Goya. Celebrando su cabezón a la Mejor Película. Seguro que no sólo eso. Ahora la historia de superación de Javier Fesser -tan conmovedora como necesaria- viajará a México para representar a España en la 61 edición de los Premios Ariel en el apartado de Mejor Película Iberoamericana. Y allí, al otro lado del charco, sonará «Este es el momento», tema principal de la cinta interpretado por Coque Malla que se fue con el goya a la Mejor Canción.

Lo mismo Javier y su equipazo vuelven con un hombrecito dorado a punto de emprender el vuelo. Ojalá.

Asunción Mateos Villar