Los aceites esenciales ayudan a vivir fechas señaladas de una forma más intensa y especial. Hay quienes están tristes en Navidad porque echan de menos a sus seres queridos. A los que se fueron pero se han quedado en su memoria. La aromaterapia, más allá del sentimiento de tristeza y vacío, contribuye a que puedan  recordarlos con cariño y amor.

Abeto: arropa como una manta cálida y suave. Transmite la sensación de no estar solo; de pertenecer a una gran familia.
Canela y Jengibre: su aroma cálido y picante nos aporta bienestar, energía y vitalidad.
Cedro: relaja y ayuda a liberar la tensión emocional. Especialmente indicado para quienes echan de menos a un ser querido.
Clavo: desprende un aroma intenso; purificante.
Lavanda: un básico del botiquín de casa. Tiene un efecto calmante y aporta una sensación de seguridad.
Mandarina o naranja dulce: tienen la energía del sol y son reconfortantes.
Mirra, incienso y egipcio de agua dorada: las dádivas que los Reyes Magos pusieron a los pies del Niño Jesús. Ayudan a sentirnos conectados espiritualmente.

Algunas ideas para utilizarlos

Puedes echar unas gotitas en los adornos navideños que sean de material poroso como maderas o telas. Otra opción es hacerlo sobre un disco de algodón y colocarlo cerca de una fuente de calor como un radiador.

En un envase de spray, con 250ml de agua destilada añadir 20 gotas de uno o varios aceites esenciales y pulverizar en la estancia que queramos o en toda la casa. Agitar siempre antes de usar porque aunque los aceites esenciales no se mezclan con el agua al agitarlo logramos entren en contacto un breve periodo de tiempo.

Elena Belén Arias Pérez