De nuevo me he enterado por las redes sociales. Como la mayoría de trabajadores municipales y vecinos. Tan sólo medio centenar de personas, entre las que no se encontraba la Alcaldesa, Susana Pérez Quislant, recordaron a José Martín-Crespo con un minuto de silencio.  No hubo convocatoria. Tan sólo dos fotos en la página de Facebook y en la cuenta de Twitter del Ayuntamiento.

Quiero pensar que no ha sido con mala intención. Quiero creer que no se ha hecho con nocturnidad y menos con alevosía.  Quiero conocer la razón por la que se decide a última hora, y no al decretar  tres días de luto y una bandera a media asta, rendir un pequeño homenaje, de 60 segundos, a quien puso los pilares de la Casa Consistorial. Quiero averiguar el motivo por el que no hay convocatoria a los medios para que puedan difundir la decisión que imagino consensuada con los grupos de la oposición.

Ya puestos me gustaría saber por qué el actual equipo de Gobierno publicaba un obituario -sin foto- del responsable de la gran transformación de Pozuelo que confundía la hora del sepelio con la de la misa en la capilla del cementerio. Y hasta la edad de quien nos dejaba -esta vez para siempre- el pasado sábado.

El arquitecto y urbanista habría cumplido 85 años dentro de diez días. No tenía 83 años pero eso es lo de menos. Lo importante es que desde que se marchó los que fueron compañeros de formación política (ya no lo eran porque Pepe se dio de baja en el Partido Popular hace algo más de una década) han ido sumando despropósitos.

A saber. El mensaje para avisar a la prensa, el madrugón de la Alcaldesa para acudir al tanatorio sin levantar sospechas, la esquela con errores, la escasa presencia de concejales del actual Equipo de Gobierno en el entierro, el minuto de silencio a hurtadillas…

Tal vez la ignorancia y el desinterés expliquen las actuaciones de los que ahora rigen nuestros destinos. Ojalá. Alguien lo aseguraba -aunque usando otros términos- tras el pregón de San Sebastián. Cuando Pepe ya se estaba despidiendo de nosotros.

Este viernes, 27 de enero, se celebrará la primera Misa Funeral por su alma en la Parroquia de Santa María de Caná. A las 21:00 horas. La oficiará Jesús Higueras. Y seguro que recordará que en tiempos de José Martín-Crespo se levantó el templo que hoy se ve desde la Plaza de Oriente y la Catedral de la Almudena. Un símbolo de Pozuelo. Como Pepe.

Asunción Mateos Villar