Lo imaginaba. Como la mayoría de los vecinos. A nadie se le escapa que no estamos para fiestas y menos para las patronales. Lo de San Gregorio y El Carmen estaba claro pero de aquí a septiembre queda mucho. Es pronto para pronunciarse sobre la celebración de la Semana Grande de Pozuelo de Alarcón. Eso debe pensar la Alcaldesa, Susana Pérez Quislant, que se ha reunido con representantes de las peñas para valorar la situación. Probablemente también el concejal de Festejos, David Rodríguez, que ha estado presente en la reunión. Quedamos en hablar para poder informar sobre planes municipales o propuestas de los participantes pero no ha podido ser. Me han remitido al gabinete de prensa donde se han limitado a contarme que el encuentro ha sido una toma de contacto. Parece que volverán a reunirse en junio. Mejor a finales. Coincidiendo con la última fase de la «desescalada». Quizás para entonces la «nueva normalidad» permita a los chicos de la peña Los Mingas celebrar sus Bodas de Oro.

Los presidentes de las peñas han acudido a la capilla para analizar el futuro de las Fiestas Patronales 2020. Me parece una buena idea pero me llama la atención que no hayan sido invitados otros «agentes festivos» como representantes de las Bandas de Música, la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, la Casa de Extremadura o la Hermandad del Rocío. Lo que me sorprende, sobre todo, es la ausencia de portavoces de la Congregación de la Virgen de la Consolación Coronada. Quiero pensar que, al tratarse de una toma de contacto, les llamarán a consultas más adelante. Sobre todo porque las fiestas en honor de la Patrona y Alcaldesa de la Villa son las únicas que están en el aire.

Las primeras que se ha suspendido estaban a punto de celebrarse en Húmera. Este año los vecinos del barrio no sacarán a San Gregorio y nadie disfrutará de música en directo en la plaza de Luis García Berlanga. Habrá que esperar hasta el año que viene para encontrarnos en la pradera y conformarnos con recordar las del pasado.

Tampoco la Virgen del Carmen recorrerá las calles a mediados de julio. No es la primera vez que se cancelan los actos festivos en honor de la Patrona de la Estación. El asesinato de Miguel Ángel Blanco el 13 de julio de 1997 nos dejó a todos con el corazón encogido, las banderas ondearon a media asta y los responsables municipales anularon todas las actividades previstas.

Tratando de recordar si las Fiestas de Septiembre han dejado de celebrarse alguna vez me ha venido a la cabeza un suceso trágico publicado por El Mundo Gráfico en agosto de 1917.  Un tendido de la plaza de toros se vino abajo y el fondista Juan Zarza falleció sepultado bajo los tablones. El entonces Juez de Paz, Benigno Granizo, fue el encargado de levantar el cadáver. Los días de fiesta se cambiaron por días de duelo.

Los que ahora vivimos son una mezcla de duelo, preocupación, desasosiego, cansancio… Y nuestra ventanita al exterior, las redes sociales, se ha convertido en una fuente inagotable de información -y desinformación-, que sale a borbotones, suplantando  la función de unos medios de comunicación; fundamentales siempre pero más en tiempos de crisis que, en mi humilde opinión de plumilla confinada, no han sabido estar a la altura.

De aquí a septiembre lo mismo lo consiguen. De aquí a septiembre lo mismo salimos juntos de la crisis aunque lo mejor es hacerlo separados. De aquí a septiembre lo mismo La Lira celebra su 30 aniversario y Los Mingas sus Bodas de Oro en la Semana Grande. Como habían imaginado. De aquí a septiembre lo mismo la Virgen obra el milagro.

Asunción Mateos Villar