Existen pocas sagas profesionales que hayan aportado tanto a la historia de la ciudad como Los López. Cinco generaciones con apellido de superhéroe dedicadas a la venta de periódicos. En septiembre de 2011 el kiosco de prensa, que cambió de situación varias veces por culpa de obras periódicas en la plaza, dejó de ser móvil y se mimetizó con el Centro Cultural Padre Vallet. Hace unos días cerraba su portada metálica. Por jubilación. A Eduardo, Jose y Pilar nos los cruzaremos por la calle. Pero ya no será lo mismo.
La historia de los “papeleros” se remonta a las últimas décadas del siglo XIX cuando Juan Antonio López se levantaba de madrugaba y se acercaba caminando a Madrid para buscar los «papeles” que luego repartía en Pozuelo. Su hijo Federico López continuó con el oficio pero al reparto de prensa añadió la venta -en exclusiva- de la lotería del Rey Alfonso XIII.
Los nietos de Federico, Eduardo y Jose, a pie o en bicicleta, recorrieron de chavales los núcleos tradicionales voceando los periódicos hasta que comenzaron a venderlos en pequeños puestos y a repartirlos en moto. Hace cuarenta años se instalaron bajo un kiosco itinerante. Que primero estuvo bajo los soportales del viejo Ayuntamiento, después en la calle de la Iglesia, más tarde en los Jardincillos y hace una década a la entrada de la plaza Mayor.
El kiosco de los hermanos López ha tragado polvo y suciedad y antes de ser fijo tenía aire acondicionado y se cerraba como un armario. Al principio lo echaron de menos pero enseguida los tres -también Pilar- se acostumbraron al atípico espacio situado en los bajos del centro cultural que lleva el nombre de un sacerdote catalán.
El jugador de fútbol Raúl Albiol pasó por allí poco después de que se instalaran en su nuevo hogar. En calidad de colaborador de Cruz Roja Pozuelo. El valenciano jugaba entonces en el Real Madrid. Esa mañana los López me saludaron con la simpatía de siempre y me comentaron que estaban felices, que el cambio había sido a mejor y que el rail del suelo les facilitaba mucho el oficio. Ese al que han dedicado más de media vida.
¡Feliz jubilación vecinos!
Asunción Mateos Villar