En su POEMA PARA LOS NIÑOS ADÚLTEROS da un consejo: “No creer todo lo que os digan,/ el lobo no es tan malo como Caperucita”. Celebramos los 100 años del nacimiento de Gloria Fuertes, y 100 millones de pesetas tenía ahorrados cuando murió. Tuvo novia americana, y cantó al desamor -y contra la guerra y la injusticia- usando palabras normales, para que la entendiese la gente. Disfrutó Pozuelo de Alarcón y Somosaguas con los Bosé.  Por los aires vuela un avión noruego con su nombre y su fotografía.

Tuve suerte porque Un globo, dos globos, tres globos… me pilló mayor.  Descubrí a Gloria Fuertes con sus “Obras incompletas”, aunque también pude regalarle a mi hermana Elena “La gata Chundarata y otros cuentos”. Fue un flechazo. Allí la recuerdo, en su caseta de la Feria del libro, firma que te firma. Acababan los ochenta y me escribió: “Para que Jesús siempre tenga alegría y poesía. Gloria Fuertes. 88”.

Lo leí con mi madre. Me acuerdo que le encantaba y comentaba irónica “Cabra sola”: “Y vivo por mi cuenta, cabra sola;/ que yo a ningún rebaño pertenezco./ Si sufrir es estar como una cabra,/entonces si lo estoy, no dudar de ello”. Nos lo pasábamos genial con la poeta, disfrutábamos y compartíamos cada poema. Gloria Fuertes se convertía en alguien de la familia. Y podías leer sus poemas imaginando su voz.

En el 2014, decidí hacerle un homenaje en El Foro. Fueron 55 artistas los que crearon una obra pensando en la poeta que en Pozuelo da nombre a la sala infantil de la Biblioteca Miguel de Cervantes. Una convocatoria fantástica, porque además contamos con el gran Ginés Liébana, uno de los fundadores de el grupo Cántico, por mucho que algunos ahora se olviden de él. Nos dejó algunas fotos deliciosas de Gloria y Lucía Bosé, que vuelvo a repetirlo, incansable: yo las vi subir por la calle Ramón Jiménez, en unas fiestas tan lejanas, que la plaza de toros se hacía con tablones de madera siguiendo una antigua tradición.

Cómo me estremeció leer el maravilloso poema de José Hierro -que también estuvo en El Foro-, en su libro “Cuaderno de NuevaYork”: “Hablo con Gloria Fuertes frente al Washington Bridge”. Tanto amor desprende, tanta emoción…

Me maravilla que se celebren los 100 años del nacimiento de Gloria Fuertes como se merece: ediciones, reediciones, exposiciones…  Del Conde Duque al Ateneo, y seguirán con una exposición en el Fernán Gómez. Se editan y reeditan libros suyos y sobre ella, nuevas perspectivas y descubrimientos. Y la que se armó el año pasado cuando le pusieron su nombre, y su foto, a un avión de la Norwegian Airlines… Pronto tendrá también su plaza en Lavapiés.

Por pura casualidad, el otro día acabé leyendo a la Fuertes de la mano de otra grande, Ana Rossetti, que había organizado una lectura de “…que estás en la tierra”, la antología que le hizo Gil de Biedma para la coleccíón Colliure, en Seix Barral, y ahora publica Torremozas. En el Aleatorio de Malasaña se leyó el libro: un poema, una persona.

Gloria, irrepetible, prolífica. Contradictoria. Sus amigos pensaban que no andaba bien de dinero, y la mimaban. Pero cuando murió, tenía ahorrados 100 millones de pesetas. Ella era así, no en vano, desde bien joven supo lo que era andar entre cadáveres. Y aprendió a hacer camino por su cuenta:

“Yo de casarme hubiera sido con un dios,
pero los dioses quieren ser solteros
como yo.
(Perdón)”.

Jesús Gironés
Apertura: Miguel Bosé y Gloria Fuertes en el circo. Fotografía de Fernando Sacristán

Retrato de Gloria Fuertes, de Ginés Liébana

Macarena, Ginés Liébana, Jesús Gironés y Mateo Liébana en la inauguración de «Gloria Fuertes. Alegría y poesía»
El Foro de Pozuelo. Junio 2014

Lucía Bosé y Gloria Fuertes bailando. Archivo Ginés Liébana. 
Fotografía expuesta en El Foro de Pozuelo en la exposición «Gloria Fuertes. Alegría y poesía». Junio/julio 2014