Dice una de sus biografías autorizadas que Bernardo Vázquez «Bernárdez» nació en el país del marisco y los grelos. También que en una noche de queimada se le apareció su hada madrina y le aconsejó que emigrase hacia nuevas latitudes. Lo hizo a toda leche. Speedy Bernárdez estaba dispuesto a colonizar tierras de secano. Ya no soportaba el mundo anglosajón y había otro por descubrir a quinientos noventa kilómetros. En Madrid se licenció en periodismo, conoció el ambiente musical nocturno de la capital de Europa y se convirtió en cantante. Hasta que decidió cambiar los escenarios por ordenadores y aulas universitarias. Como plumilla y profesor andaba cuando un encontronazo le hizo volver. Con más fuerza y energía que nunca.

Naciste en Vigo y creo que allí te relacionaste con algún grupo de música ¿Habías estudiado música?¿Cómo fueron tus comienzos?
De niño era fan de la música clásica, que era lo que sonaba en casa. Ponía un disco de Mozart en el tocadiscos y me subía a la silla del despacho de mi padre con un edding en la mano para dirigir a la orquesta. Estudié solfeo, guitarra y canto coral en el Conservatorio Municipal de Vigo. De aquella quería ser director de orquesta sinfónica. El caso es que en el instituto me junté con malas compañías y acabé en esto del rocanrol…
Sin embargo te viniste a Madrid a hacer carrera. Creo que no musical precisamente…
En Vigo estudiaba Filología Inglesa, pero empecé a no soportar el universo anglosajón, así que me vine a Madrid a estudiar Periodismo.
¿Qué tal lo pasaste en la facultad de Ciencias de la Información? ¿Qué recuerdos tienes del edificio gris del campus de Moncloa?
Entre esos muros de cemento pasaba el mínimo tiempo posible, porque había mucho Madrid que conocer por allí fuera. Pero sí que hice grandes amigos tanto entre los alumnos como entre los profesores. Recuerdo la mala acústica que había en las aulas y el buen ambiente que se disfrutaba en el bar.
¿Cómo te conviertes en cantante de The Refrescos?¿Recuerdas por qué se llamaba así el grupo y el objetivo inicial?
Al poco tiempo de llegar a Madrid empecé a añorar mi banda con la que tocaba en Vigo. Buscando piso de alquiler, me enteré por el 2ª mano que un grupo buscaba cantante y allá me fui. Nuestros 80s fueron años donde se vivía el presente, éramos hijos del “No Future”, no había internet donde comparar, y el pasado solo se miraba para escapar de él. Nos inventábamos el día a día, así que cada poco tiempo cambiábamos de nombre. Teníamos una lista repleta de ellos, la mayoría absurdos. Recuerdo que justo antes nos llamábamos “Los 4 amigos del doctor”, que era la primera frase que salía en un libro que abrimos al azar. Cuando empezamos a ser conocidos coincidió que había corrido la lista y le tocaba a “The Refrescos”. Nos gustaba el sinsentido del nombre, tan alejado de las denominaciones sesudas y conceptuales tan de moda entonces. Aunque al final, el mismo nombre nos devoró y nos definió conceptualmente… Imposible escapar.
A pesar de que aquí no hay playa a ti te gusta Madrid ¿Cuántas cosas han pasado desde aquel gran éxito con el que lo petaste y la canción más reciente?
Yo vivo en Madrid porque me gusta vivir Madrid. Desde aquel éxito me han pasado ya casi tres vidas distintas. Estamos a punto de estrenar el video de la canción más reciente que justamente se titula “A mí me gusta Madrid”. Parece que la pregunta estaba preparada…
Decía una profesora que salía en la tele que la fama cuesta ¿Cuánto te costó a ti?
Me costó el anonimato, algo tan valioso y preciado que solo lo sabes valorar cuando lo pierdes. Menos mal que la fama es efímera y todo volvió a su cauce.
Creo que en un momento determinado decides alejarte de estudios y escenarios ¿Durante este tiempo ejerces de periodista?¿A qué te dedicas?
Durante esa etapa de mi vida me dediqué a la docencia. Nunca sabes hacia donde te llevará la vida.
Y de repente un día Fernando de Modestia Aparte te recuerda que eres carne de concierto ¿Cómo fue el regreso?
Me encontré a Fernando López en un hipermercado y me invitó a cantar en un concierto que iba a dar en La Riviera. Yo no era muy partidario, pero las circunstancias me hicieron acudir. Cuando salí al escenario y la gente empezó a corear mi música y a ovacionarme pidiendo otra, me quedé sin palabras… fue un momento muy emotivo en el que pensé: “¿…Pero por qué he dejado yo esto?”. Y así fue que regresé.
¿Por qué el nombre artístico de Bernárdez? Háblame de RETRO POWER ¿Es tu último trabajo discográfico con The Refrescos by Bernárdez no?
De joven era un tipo muy nervioso y repleto de energía que se me escapaba por los poros. En aquella época la gente consumía cocaína para ser como era yo naturalmente… No podía estarme quieto. Aún vivía en Vigo cuando un amigo empezó a llamarme Speedy Bernárdez, comparándome con el ratón más veloz de los dibujos animados de la Warner Bros. Sólo tienes que poner en YouTube un video nuestro con imágenes de aquella época para entenderlo. RETRO POWER es nuestro último álbum de 2021, un homenaje al poder de las canciones de siempre, ese repertorio de músicas surgidas durante el pasado siglo XX, distorsionadas, no cabe la menor duda, por el filtro desenfadado y descarado de esta multirrítmica y ecléctica banda que son The Refrescos. Electroswing, copla, balada, chotis, vals mexicano, rock, reggae, ska, rumba, electrónica…un repaso poco ortodoxo por los estilos más dispares… Alegría, optimismo y rocanrol.
Esta noche vuelves a Pozuelo de Alarcón con Pop Tour de la mano de Estudio13 ¿Me adelantas algo de la actuación estelar?
Conocí a Pelayo a raíz de un concierto en la sala KAPITAL de Madrid. Desde entonces nos vemos a menudo siempre rodeados de música. En estos festivales nos damos cita todos los artistas que somos amigos desde aquellos maravillosos tiempos, por eso se concentra en estos conciertos esa energía tan especial que nos gusta compartir con el público. Será un concierto donde la nostalgia y el presente confluirán para hacer una noche inolvidable. Son momentos mágicos difíciles de explicar.
