Seguro que recuerdas el eslogan de un anuncio de los ochenta de la marca de cuchillas de afeitar BIC; la de los bolígrafos. Era “demostrado, dos mejor que una”. Lo hicimos tan nuestro como el que después protagonizó para la marca el tenista John Mcenroe. A mí me ha venido a la cabeza, porque es oficial aunque ni público ni notorio, que este año habrá dos quedadas generacionales; una en las Fiestas del Carmen y otra en las Fiestas de la Consolación. También que la primera, el viernes 14 de julio contará con la actuación estelar de Un pingüino en mi ascensor y la segunda, el viernes 8 de septiembre, con la de Seguridad Social. Corren buenos tiempos para los nostálgicos.

Va a ser un show. Como de costumbre. Las actuaciones de Un pingüino en mi ascensor lo son siempre y esta vez no va a ser diferente. José Luis Moro y Mario Gil vienen tanto por aquí que ya son de los nuestros. Les queremos a pesar de todo. Ellos se encargarán de amenizar la primera Noche Ochentera de los festejos en honor a la patrona del barrio de la Estación, Nuestra Señora del Carmen. Pero además un grupo versionará los grandes éxitos de la edad dorada del pop-rock español. La noche del viernes 14 al sábado 15 de julio no hagas planes. O mejor, hazlos, pero en el recinto ferial del parque Pinar Prados de Torrejón. La entrada es libre así que no tienes excusa. A no ser que te vayas de vacaciones. Entonces sí. Que llevas todo el año esperándolas.

En la Noche Ochentera de las fiestas en honor a la Virgen de la Consolación solemos estar casi todos. Este año vamos a bailar con la caña de España. José Manuel Casañ, compositor, líder y voz de Seguridad Social se subirá al escenario de la plaza del Padre Vallet el viernes 8 de septiembre para recordar himnos generacionales de los noventa -por qué no- como Chiquilla, Quiero tener tu presencia, Mi rumba tarumba… Seguro que si se lo pedimos con cariño canta hasta la versión de Un beso y una flor de su paisano Nino Bravo. Con 19 álbumes editados y más de tres décadas al pie del cañón -y el mediterráneo- es un incombustible.

Y como dicen que no hay dos sin tres lo mismo los responsables del área municipal de festejos se animan a programar otra quedada en mayo. Que de septiembre a julio son muchos meses de espera.

Asunción Mateos Villar