Mañana se celebra el último pleno del año. Durante meses me he resistido a escribir sobre la actualidad política de la ciudad. Quizás porque lo he hecho durante décadas. Quizás por puro desencanto. Cuando en 2004 me encargaron una exposición sobre el 25 aniversario de los ayuntamientos democráticos descubrí que los cimientos de nuestra recién nacida sociedad los pusieron hombres y mujeres con ideas políticas muy diferentes. Que la democracia abrió las puertas a la tolerancia y que los diferentes partidos, con sus aportaciones, jugaron un papel clave: ser los portavoces de todos los ciudadanos de Pozuelo de Alarcón.

Hoy tengo la sensación de que todo ha cambiado y no precisamente a mejor.  Creo que el municipio con mayor renta per cápita de España es un lugar frío con zonas calientes -núcleos tradicionales- abandonadas a su suerte. También que quienes rigen nuestros destinos, desde una malversada mayoría política, no están a la altura. Ni gobiernan para todos.

De los cascos históricos volverán a hablar los concejales socialistas en la sesión plenaria que cierra un año con más de 60 millones de euros de remanente en el banco. Desde su entrada en el Ayuntamiento han denunciado las desigualdades. También han diseñado propuestas que, una vez consensuadas y aprobadas, se han guardado en el cajón.

Ahora se centran en la Estación -próximamente en el Pueblo- y van a solicitar al Equipo de Gobierno que actúe de forma urgente en varios edificios del barrio como la conocida como Casa Grande y los bloques de Benigno Granizo y Coca de la Piñera. Elena, Ángel y Helio agradecerían mucho que se hiciera un estudio de diagnóstico urgente de las necesidades y se diseñara un programa integral de actuaciones. Para mejorar estructuras, instalaciones y accesibilidad. No sabemos lo que pasará mañana por la mañana. Pero sí lo que sucederá por la tarde.

Puño blanco y rosa roja

En nada se cumplen cuarenta años del nacimiento de la Agrupación Socialista de Pozuelo de Alarcón. Para preparar el terreno al acto que tendrá lugar en febrero se va a inaugurar una exposición en su sede aprovechando la copa de Navidad. Antes hubo otro lugar de encuentro democrático; un local situado bajo un bloque de viviendas de la calle Tahona. En su Casa del Pueblo daban las gracias por no fumar, había sillones de mimbre y se celebraban asambleas. Las decisiones se tomaban a mano alzada.

Eran tiempos en los que como hoy -pero salvando las distancias- la barba estaba de moda. Francisco Cordero y Julián Revenga fueron sus máximos exponentes. Había pocas mujeres pero una de ellas, María Carvajales, fue portavoz del Grupo Municipal Socialista. Nada más y nada menos que cuatro legislaturas.

Y otra, Esther Alonso, algunos años después aspiró a convertirse en la primera regidora de Pozuelo de Alarcón. En 2003 disputó la Alcaldía a Jesús Sepúlveda y obtuvo un gran resultado electoral con el 33,5% de los votos.

Asunción Mateos Villar