Nada más comenzar mayo varios miembros de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pozuelo de Alarcón se desplazaban hasta el taller de Aitor Calleja en Marcalaín, a pocos kilómetros de Orrio (Navarra), para recoger la pareja de gigantes que habían encargado al joven maestro. La lavandera y el curtidor llevan tres semanas aquí pero sólo unos pocos hemos tenido la suerte de verles. Hasta el 2 de septiembre sus rostros serán un misterio para la mayoría de los vecinos. Como sus predecesores, Mariana y Gabriel, se van a presentar en sociedad durante el pasacalles de las Fiestas Patronales. 

Me encantan. Creo que Aitor Calleja se ha superado a sí mismo. No era fácil porque con Gabriel y Mariana había colocado el listón muy alto. Esta vez el constructor de gigantes se ha alejado de la sofisticación de la nobleza -reflejada sobre todo en el cabello- para centrarse en la sencillez del pueblo llano. El resultado son otras dos obras de arte.

La segunda pareja de gigantes de Pozuelo va a ser menos pesada. Juan Pedro Álvarez ha fabricado unos caballetes en madera de haya más ligeros para facilitar la carga a quienes tendrán que hacer bailar al curtidor y a la lavandera.

Los representantes de los oficios más tradicionales de Pozuelo todavía no tienen nombre y se van a proponer algunos para que sean elegidos en votación popular como ya se hizo con los cabezudos. Los candidatos son Goyo, Isidro y Sebastián para él y Consolación, Carmen y Pilar para ella. Pero los socios de la Comparsa admiten más sugerencias.

¿Cómo son?

La lavandera es una muchacha joven de mejillas sonrosadas, con el pelo ondulado y recogido en un moño que quedará oculto bajo un pañuelo. Sus ojos son grandes, verdes y tienen un brillo especial. De apariencia humilde, lleva colgado del brazo un cesto con ropa lavada.

El curtidor es un hombre de edad media con boina calada y manos de trabajador. En ellas sostiene el típico cuchillo que se usaba para descarnar la piel. Lo más importante y característico va a ser su delantal de badana. Ante lo difícil de encontrar un pellejo -de tamaño gigante- es probable que se opte por empalmar trozos de piel o recurrir a otra solución.

Lo sastres y el encuentro

Francisco Sánchez y Carmen Beleña vuelven a ser los encargados de sastrería. Siguiendo los bocetos del padre artístico de las criaturas van a diseñar y confeccionar en su taller el vestuario. Ahora están en pleno proceso de investigación de formas y materiales.

Si se cumplen los plazos, la segunda pareja de gigantes desfilará con los diseños de Paco y Carmen, por las calles más céntricas de Pozuelo, el primer sábado de septiembre, antes del pregón de las Fiestas Patronales en honor a la Virgen de la Consolación 2017.

Antes, el domingo 11 de junio a partir de las 11:00 horas, coincidiendo con la Fiesta del Comercio de la Asociación de Comerciantes Pozuelo Calidad, se celebra el Primer Encuentro de Gigantes y Cabezudos de Pozuelo que contará con la participación, entre otras, de las comparsas de Galapagar, Leganés, Alcorcón y Aranda de Duero y que comenzará con la plantá -o presentación- de sus altezas frente al Centro Municipal de Mayores Padre Vallet.

Asunción Mateos Villar

RESTAURACIÓN DE LA MONARQUÍA

Los gigantes que yo recuerdo tenían corona. Cada septiembre les veía en la plazoleta. Sobre todo me llamaba la atención la Reina y su sombra de ojos. Al mirar hacia arriba, recorriendo sus finas capas, me distraía siguiendo el viaje de los globos en forma de pajarito que surcaban los cielos.

La monarquía podría regresar en unos años a las Fiestas Patronales. Las gentes de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pozuelo tienen un proyecto a medio plazo: encargar una tercera pareja de gigantes; dos reyes muy importantes para la historia de nuestro municipio. Para esbozar su diseño se inspirarán en cuadros del Museo del Prado.