Acaba de regresar de Alicante donde ha disputado los Juegos Europeos de Policías y Bomberos. Es la primera vez que participa en la competición porque hasta febrero del pasado año no recibía de manos de su padre, antecesor en el cargo, el diploma que le convertía en Policía Municipal. El mío y su abuelo compartieron tajo y barrio en los años en los que Pozuelo de Alarcón crecía sin parar. Tanto como la afición del ahora agente en el distrito de Puente de Vallecas a los deportes de fuerza. Lo de Eloy Ortiz en Torrevieja ha sido llegar y besar el santo. En la maleta se ha traído dos medallas; una de oro en lanzamiento de peso, que le acredita como campeón de Europa en la categoría de 18-29 años y otra de plata en levantamiento de peso muerto -más de doscientos kilos- que tiene mucho mérito. Le ha superado un ertzaina con mucha competición a sus espaldas. Lo más increíble es que ha conseguido su primer título de campeón de Europa gracias a una prueba de atletismo que jamás había practicado. Su primera bola la compró este verano por Amazon y comenzó a lanzar en el Valle de las Cañas. De allí venía cuando nos encontramos en La Aurora.

Me gusta charlar de vez en cuando con los chicos del tridente celta. Recuerdo aquella reunión en pandemia con mucho cariño. Perseguían un sueño. Que no pudo ser pero que fue bonito. Desde entonces han pasado tantas cosas…

En la vida de Eloy Ortiz la más importante: convertirse en agente de Policía Municipal de Madrid. Para, como decía Confucio, no tener que trabajar ni un solo día. Desde que aprobó las oposiciones, en noviembre de 2020, tenía decidido su destino: Puente de Vallecas o el segundo distrito europeo con más intervenciones policiales. Porque dice que es el único sitio de Madrid donde puedes ser policía como antes. Cuando su padre le entregó el diploma de pertenencia al cuerpo en la Caja Mágica comenzaba a emitirse la serie Entrevías en Telecinco. Ahora conoce a la perfección muchos de sus escenarios y se pregunta cómo trabajaron actores y técnicos durante el rodaje. “No tuvo que ser fácil porque en estos barrios hay gente en la calle a cualquier hora”.

Por la tarde suelen estar también Sergio y Eloy. Dentro de un coche patrulla en turno de ocho horas. Aunque en realidad están más tiempo fuera; la jornada es un entrar y salir del vehículo. El abuelo y la madre de su compañero son policías así que, aunque le saca una generación, los dos llevan la vocación de servicio en la sangre. Eso les da confianza y cierta ventaja a la hora de enfrentarse a intervenciones más complicadas desde el punto de vista de la seguridad ciudadana o las emergencias. Porque hay cosas que no se aprenden en la Academia y menos cuando la realidad supera a la ficción.

Eloy está muy pegado a la primera desde pequeño. Cuando su padre patrullaba por un Pozuelo de Alarcón muy diferente, con más sentimiento de pertenencia al vecindario, en el que se consumían drogas menos sofisticadas y en casos conocidos mortales. Eso respecto a las sombras. Por supuesto había muchas luces. Como los Juegos Mundiales de Policías y Bomberos celebrados en marzo de 2007 en Adelaida (Australia) al que acudieron agentes de la comisaría de Pozuelo de Alarcón. “Mi padre no fue pero recuerdo aquello como un acontecimiento y cuando me convertí en policía me puse a investigar sobre la competición”.

Hasta dar con la Asociación Deportiva Española de Policías y Bomberos y hacerse socio. El resto es la historia del principio. Unos juegos europeos, poco entreno por una lesión de espalda que va a mejor, un paquete a domicilio con una esfera de acero de siete kilos, un fin de semana en Torrevieja y el mejor estreno: oro y plata.

¡Felicidades campeón!¡Por todo!