Cuatro décadas de trabajo constante a pie de campo bien merecen un pregón. Isaac Cardoso tuvo que obtener un permiso especial de la Guardia Civil para poder inscribir al Parque Atlético Pozuelo en la Organización Juvenil Española porque era menor de edad. A finales de los años sesenta el fútbol se jugaba en las eras moviendo los postes de la luz. Desde entonces ha llovido a cántaros y muchos se han dejado las botas en El Patatal. El presidente de fútbol español que más años lleva en el cargo inaugura las fiestas patronales de Nuestra Señora de la Consolación. Le hace mucha ilusión porque considera que ser pregonero en tu pueblo es el mejor de los homenajes.
Isaac Cardoso confiesa que de pequeño era malo jugando al fútbol y que siempre tuvo clara su vocación. Por eso se ha dedicado a ella hasta hace bien poco. Los primeros pasos los dio como delegado y entrenador en el Parque Atlético Pozuelo y conserva la tarjeta de identidad del año 1970.
Por entonces, acabados sus estudios en el María Inmaculada de la Estación, le contrataron en La Leonesa. En la ferretería estuvo trabajando cinco años y luego pasó a la fábrica de pinturas Murania. Ahora sigue sacando adelante su negocio pero le dedica menos horas. Uno de sus logros fue obtener un empleo que le dejase tiempo para disfrutar del fútbol. También consiguió un cambio de instalación de gas gratuito en su casa porque el operario era el padre de uno de sus jugadores. Hasta se libró de los cursillos prematrimoniales. “Don José Manuel me dijo que me los perdonaba porque sabía que estaba en el campo”.
Desde adolescente se vio con posibilidades de dirigir y montar equipos. Eso hizo hasta que en 1977 asumió la presidencia del club de fútbol que en los años noventa se fusionó con la Unión Deportiva Pozuelo, formando el C.F. Pozuelo de Alarcón. Hoy es el presidente más veterano del fútbol español y eso que una de sus jugadoras juveniles quiere “robarle” la presidencia. No le importaría. Porque es de los que piensan que lo de correr la banda, marcar goles y parar el balón antes de que entre en la portería ya no es cosa de hombres. “En la actualidad hay más de un centenar de chicas jugando en el club y mi objetivo es que el número crezca porque están demostrando un grado de compromiso en ocasiones superior al de los chicos”.
Manos, cabeza y corazón
Esa es una de sus luchas pero no la única porque es un gran peleón. Dice que cuando empezaba sentía envidia sana por las instalaciones de Majadahonda y Las Rozas pero que ahora todo ha cambiado gracias al interés que han demostrado las diferentes corporaciones municipales. Isaac ha mantenido con todos los alcaldes una relación estupenda. “Hasta con José Martín-Crespo, al que creo que no le gustaba mucho el deporte, tuve siempre la puerta abierta”.
A lo largo de la conversación el presi se emociona varias veces sobre todo cuando recuerda a su esposa a la que perdió hace siete años. Por eso, no es extraño que me diga que a medida que se acerca el día del pregón está más nervioso. Lo va a leer y la intención es que no se alargue demasiado. La idea es agradecer el gesto de la Alcaldesa -que le llamó invitándole a ser pregonero- y recordar sus orígenes y a quienes trabajan por el deporte en Pozuelo. “Porque la relación entre los clubes deportivos es maravillosa, los presidentes vamos de la mano y trabajamos por el bien común”.
Desde luego él no va a dejar de hacerlo. La renovación de los campos del complejo Valle de las Cañas es sólo una de las tareas que tiene entre manos y que seguro le traerá de cabeza ahora que empiezan las competiciones. Lo de los deberes lo lleva mejor porque sabe que se va a abrir otro espacio dedicado al estudio. Un lugar en el que, quizás, se siga encontrando a los nietos de los chicos a los que un día entreno en su “mítico» estadio Carlos Ruiz.
Asunción Mateos Villar
Fotos: Noel de las Heras