La pozuelera que me ha prestado su receta es de la Estación y su familia tiene Barrios. Sólo en el apellido. La quiere compartir porque es herencia de su abuela, porque su madre la hacía a menudo y ahora es ella la que se encarga de seguir deleitando a su padre con un sencillo plato que mejoraron entre las dos. Aunque su padre dice que le sale más rica que a su esposa. Eso es porque le cocina con un ingrediente extra de cariño. Sus progenitores vinieron a Madrid en búsqueda de empleo. Aunque eran de pueblos vecinos se conocieron en Callao y como el chico tenía alquilada una habitación en Pozuelo de Alarcón decidieron instalar su hogar en nuestro pueblo. Así llegaron al barrio del ferrocarril. Recordando el viejo Pozuelo hemos llegado al señor Marugán en el cine Dalia y sus patatas fritas a una peseta.
Hoy toca hablar del mismo tubérculo. Las “Patatas a la importancia” son un clásico de la cocina española que solían hacer nuestros antepasados y podría tener su origen en la posguerra. Había que agudizar el ingenio y las patatas eran un alimento económico. De ahí que se les diera importancia. Antiguamente se preparaban con agua en vez de caldo y vino pero con el tiempo se han ido enriqueciendo. Todavía más en la versión de nuestra pozuelera.
He leído que es un plato típico de Semana Santa así que, tanto la versión clásica como la que aquí os presento, es una buena opción para incorporar a los menús de Cuaresma ¡Porque no lleva carne!
Ingredientes:
- 1 patata mediana por persona
- Harina para rebozar
- 2 huevos para rebozar
- Aceite de oliva para freír
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- Perejil
- 100 ml de vino blanco
- Agua o caldo (de verduras o pollo) para cubrir las patatas, aproximadamente ½ litro
- 1 paquete de gulas
- Ajo en polvo
- 1 bote de champiñones
- Sal
- Opcional: un pellizco de hebras de azafrán
Preparación:
- Lavamos las patatas y las cocemos dejándolas duras por el centro (yo las he puesto al vapor en la olla durante 5 minutos). En mi casa no se cuecen previamente, pero nos cuenta nuestra pozuelera que así quedan muy blanditas y el tiempo de preparación se reduce.
- Cuando se han enfriado un poco las pelamos y cortamos en rodajas de un centímetro aproximadamente y es el momento de sazonar.
- En un plato poner la harina y batimos los huevos en otro. Pasamos las patatas por harina y a continuación por los huevos batidos. Freímos en abundante aceite caliente, y las reservamos en una fuente grande con cuidado de no estropear el rebozado y que no queden muy amontonadas.
- Colamos el aceite usado retirando una parte y lo usamos para hacer el sofrito en una cacerola de diámetro grande. Aquí pondremos la cebolla y el ajo muy picadito y cuando esté la cebolla transparente incorporamos 2 cucharadas de harina, removemos y añadimos el vino dejando evaporar el alcohol unos dos minutos. Acto seguido añadimos el caldo.
- Con cuidado pasamos las patatas a la cazuela del sofrito, y cuando comience a hervir, rectificamos la sazón y cocemos a fuego suave durante 20 minutos a fuego bajo, moviendo con cuidado de vez en cuando.
- Cuando estén tiernas es el momento de incorporar los ingredientes extras, que son las gulas y los champiñones rehogados previamente con un poquito de aceite en una sartén. Dejamos que hierva todo junto durante unos 2 minutos.
- Y como broche final, ponemos el perejil muy picado con el queso rallado sobre las patatas y lo metemos en el horno hasta que esté gratinado. Yo lo he puesto en cazuelitas individuales de barro, dejando algunas sin queso, y es que en mi casa hay algún comensal al que no le gusta el queso.
Las patatas a la importancia son un acompañamiento ideal para muchos platos principales aunque en mi casa suele ser único muchas veces. Sobre todo con los ingredientes extras que lleva esta receta. Os recomiendo que, en cualquier caso, las comáis en el momento porque si no las servimos inmediatamente sigue absorbiendo caldo. Y, a diferencia de otros guisos, no están mejor de un día para otro.
Cada vez conocemos un poquito más de nuestros vecinos y sus tradiciones gastronómicas. Gracias a todos los que siguen aportando recetas a esta sección de cocina. Para mí es un regalo prepararlas. Espero que tú también lo sientas así y si todavía no lo has hechos te decidas a enviarnos alguna de tus recetas. Y, por supuesto, puedes animar a tu familia, amigos o conocidos a hacerlo.
Ya sabes… En el correo casillasenlacocina@gmail.com o en Instagram @casillas_en_la_cocina
Gemma Casillas