Amancio Jiménez abre la ronda de entrevistas -diez preguntas directas al corazón- con los artistas del Pop Tour. Es el festival que el Ayuntamiento ha encargado a Estudio13 para celebrar la décimo sexta edición de la Quedada Generacional en la plaza del pueblo. El bajo y voz de Tennessee lo cuenta casi todo. El viernes 8 de septiembre también lo cantará. Con Isidro Arenas y Roberto Gil, sus compañeros de viaje musical desde hace cuatro décadas. Que se escribe pronto.
Los orígenes de Tennessee se remontan a 1978 y los Elvis Boys ¿Me puedes contar esto un poco mejor para que nadie piense que fuisteis grupo musical antes de hacer la comunión?¿Cómo os conocisteis?
(risas) Pues casi (risas) Nos conocimos en el colegio. De hecho Isidro y yo compartíamos pupitre al ser los dos zurdos y a Roberto le conocimos en el instituto. Desde ese mismo momento nos dimos cuenta que teníamos una pasión común que era y sigue siendo la MÚSICA, casi sin darnos cuenta nos convertimos primero en un grupo de amigos y luego en un grupo musical. Fue una época muy divertida, muy intensa y de mucho trabajo y aprendizaje.
Parece que Elvis también fue decisivo a la hora de cambiar de nombre y plantearos la música como una forma de vida… ¿Qué recordáis de los comienzos de Tennessee?
Afortunadamente lo recordamos prácticamente todo. Elvis fue nuestro primer referente musical, en aquella época falleció y pusieron sus películas en televisión, sonaba en radio y en todas partes. Lo cierto es que nos enganchó. Al margen de otras tendencias musicales que había en la época, nosotros nos sentíamos identificados con el rock and roll más primitivo, aunque también nos llamó la atención el grupo de coros que acompañaba a Elvis, Los Jordanaires, siempre impecables, con unas armonías vocales que nos encantaban.
En 1985 sacáis al mercado vuestro primer trabajo discográfico, «Tennessee», con versiones españolas de éxitos en inglés. De eso hace casi cuatro décadas… ¿Cómo surgió empezar así?
En una de nuestras múltiples actuaciones en directo nos descubrió un locutor de Radio Nacional, José Luis Álvarez, quien nos presentó a una compañía independiente muy pequeñita llamada Dial Discos y nos propusieron hacer un disco. Casi sin presupuesto, casi sin tiempo para preparar, organizar o asimilar lo que estaba pasando, nos vimos envueltos en una grabación en la que pudimos aportar algunas composiciones propias y muchas de las canciones que versionábamos en directo. Creo que nadie nos esperábamos el éxito que tuvo ese disco. Ese trajo a otro, y otro… así llevamos unos 33 trabajos editados.
Poco a poco surgen nuevos discos con composiciones propias y vuestro éxito es evidente a finales de los ochenta. Y sin embargo, no os parecíais a otros grupos del momento. Lo vuestro tenía más que ver con los 50 y 60 que con los 80 ¿Ese era precisamente el secreto?
Es verdad que siempre nos sentimos un grupo diferente, ajenos a las modas, a lo que sonaba en los medios, pero nos importaba bien poco la verdad. Nuestros directos se llenaban cada noche y nuestros discos se vendían por miles primero y después por cientos de miles. Siempre hemos hecho lo que nos pedía el cuerpo, sin pensar en las consecuencias o buscando el éxito. El verdadero éxito es que quien te conozca te quiera, solo eso, unas veces se vende más otras menos, pero lo importante es ser honestos, fieles a nosotros mismos y a nuestra gente, humildes y agradecidos. Sobre todo por poder estar aquí 43 años después haciendo música.
La década de los 90 empieza con el fichaje por EMI, casi dos millones de discos vendidos y una gira de más de cien conciertos al año… ¿Poderosas razones para abandonar la discográfica en el mejor momento de vuestra carrera?
Sí, tienes toda la razón, parecía una locura. Pero hay una poderosa razón. En aquella época se fundó Cadena 100 y nos propusieron hacer un concierto presentación. El caso es que en los 40 principales no se lo tomaron muy bien y nos vetaron en sus emisoras, la compañía de discos no supo estar a la altura y no defendió al grupo como creemos que se merecía. No nos arrepentimos de aquella decisión; fundamos primero nuestra propia compañía de discos junto con nuestro manager de la época y con el paso de los años una con solo los miembros del grupo al frente. A nivel mediático efectivamente fue un bajón, por diferentes causas, una la que hemos comentado y porque nuestro poder para acceder a los medios era más limitado. A nivel económico supuso un salto hacia adelante ya que nos quitamos todos los intermediarios de un plumazo.
GREASE el musical a finales de los noventa ¿Cómo surgió aquel proyecto?¿Qué supuso en vuestra carrera?
Pues nos llamaron a Roberto y a mí para hacer las voces de un disco que estaban preparando como apoyo al musical que pretendían estrenar en Madrid. Nada más llegar al estudio se dieron cuenta que éramos nosotros quienes más sabíamos de Grease de todos los que participaban en el espectáculo; todos los trabalenguas, todos los matices, todas la intenciones, así que terminamos dirigiendo las voces del disco y luego salimos de gira, en principio como algo divertido y diferente, para una temporada, pero terminamos haciendo diez. Estuvo bien pero nos alejó de nuestro propio proyecto que era y es Tennessee.
¿Vuestro sello discográfico sigue activo a día de hoy?
Sí claro, cada año sacamos un disco o dos, no podemos parar. Nos encanta juntarnos y grabar y grabar. El último trabajo se llama Radio Vintage y estamos haciendo una gira muy, muy interesante con la que vamos a recorrer más de cincuenta ciudades este verano.
¿Qué han hecho los chicos de Tennessee en los últimos años además de cantar y componer?¿Qué trabajos “complementarios” habéis tenido?
Parece mentira pero ninguno fuera de la música, hemos participado en bastantes discos como músicos y coros de sesión, pero poco más, Tennessee nos ocupa el 100% de nuestro tiempo.
¿Cómo han cambiado vuestros directos con el paso de los años?¿Hay fans de los comienzos que van con su familia?
Sí y es un privilegio enorme. Creo que ahora somos más conscientes de lo que supone subirse a un escenario, de lo mágico que es y de los afortunados que somos, ahora somos capaces de disfrutarlo más, quizá también tenga que ver con la edad. Ver a familias enteras coreando nuestras canciones es una locura. Cuando haces una canción nunca sabes dónde va a llegar y lo que va a suponer en la vida de las personas que la escuchan.
Adelántame algo de lo que va a pasar el próximo viernes en la Quedada Generacional de Pozuelo de Alarcón…
El Pop Tour es un festival que montamos hace quince años ya Santi de la Banda del Capitán Inhumano y yo mismo. Nos ha llevado a muchísimos rincones; es un concierto muy equilibrado en el que vas a poder escuchar diferentes propuestas musicales en un mismo escenario. Cada grupo hace lo mejor de su repertorio, directo al turrón como decimos en la profesión, éxitos, solo éxitos. Muy muy reconendable.