La nueva década se abre paso entre los escombros. La Voz de Pozuelo desaparecía de los kioscos al comenzar la que hoy despedimos con campanadas. Ya se había hecho más pequeña y no pudo resistir. Su mundo “analógico” se desvanecía y lo “digital” irrumpía con fuerza. Por entonces, sabíamos poco de redes sociales. Esa “especie invasora” que lo ha cambiado todo. Hoy son los kioscos de prensa los que han desaparecido de nuestras plazas. Ahora no hace falta pasar las páginas de La Voz para descubrir su contenido. Corren otros tiempos y la ciudad se prepara para afrontarlos, engrasando la maquinaria.

Este año que se va ha dado para mucho. Durante doce meses he subido ochenta y cuatro historias a la web tomando el pulso a la ciudad que antes fue pueblo de curtidos y lombardas. La primera tenía que ver con la llegada de los Reyes y la última con los méritos de Alejandra. En 2019 he trepado varias veces a la azotea para reflexionar sobre feminismo, chocolate, elecciones y fiestas populares. El patio de vecinos ha crecido con Mario, Cristina, José Antonio y la Hermana Rocío y he cruzado el charco con Marta.

En 2019 he despedido a Angelines y Dolores -poco después de conocerla- y he felicitado a Esperanza y Jesús. Además he vuelto a los lugares que han dejado de formar parte del paisaje. Con mucha nostalgia cuando se trataba de aquellos tan gratos para conversar con La Poza o El Norte. La modernidad sigue su curso y no queda otra que ser testigo de la metamorfosis. Porque nada se crea ni se destruye.

En medio del camino han aparecido nuevas áreas recreativas como el espacio Carlos Sainz donde los concejales de deportes de las últimas décadas se encontraron con el campeón. Que, al igual que Marta Sánchez, protagonista de las últimas fiestas patronales, fue portada de La Voz de Pozuelo.

Eso lo he contado en las redes sociales que se han convertido en una buena herramienta para tomarle el pulso a la ciudad, conectar en directo y dar voz a las gentes de asociaciones, peñas y otros colectivos que siguen movilizándose. A saber…

La Casa de Extremadura ha celebrado la mayoría de edad de su Semana Cultural. El CF Pozuelo ha marcado el tanto más importante de los últimos años fichando a Iker Casillas, el mejor capitán para seguir navegando. Y La Inseparable, desde lo del musical, no para de renovarse.

Todo pasa y todo queda. Pasaron las tapas y nació Pozuelo de Cuchara. Pasaron las fotografías antiguas y quedaron las historias de Luis Fernando y San Luis de los Franceses. Podría seguir pero me darían las uvas. O los Goya.

Así que lo mejor será que baje de la azotea. Que la llegada de la nueva década nos pille a todos felices y bailando. Que de transformarnos siempre tendremos tiempo.

¡Salud y Feliz 2020!

Asunción Mateos Villar
Foto apertura:
El Jardín de los Orígenes. Aula de Educación Ambiental

 

(*) La materia ni se crea ni se destruye, solo se transforma