Tras tres décadas montando chiringuitos en los festejos patronales toca despedirse. De momento. Este año ni Miguel Carnero, chiringuitero mayor del reino, ni su hija Ruth, refrescarán las calurosas noches de conciertos en la Fiestas del Carmen. Tampoco la Quedada en las Fiestas de la Consolación. Dicen que la fe mueve montañas. Miguelito cree que la buena no. Y nos ha escrito una carta.

“Desde el Ayuntamiento, durante las fiestas y en el recinto ferial siempre se ha intentado cuidar a la gente antigua y del pueblo; a los de toda la vida. No sólo a los bares situados en las proximidades de los escenarios. También a los feriantes. Porque se ha pensado en conjunto.

Pero ahora el panorama ha cambiado. Hay quienes llevan tiempo tratando de quedarse con todos los chiringuitos del ferial -a excepción de los negocios de los feriantes- y, desde que está la carpa, también de los habilitados en ese espacio. Esta vez lo han conseguido.

A pesar de que tanto mi hija Ruth como yo, además de actuar de buena fe, llevamos muchos meses intercediendo y colaborando para que las cosas salieran bien y todos trabajásemos tranquilos por unos días.

Desde hace algún tiempo se ha intentado cambiar el modelo de licitación de los chiringuitos para proteger a los que llevamos décadas a pie de barra en las fiestas. Alguien podría pensar que eso es imposible o ilegal pero yo creo que no porque en municipios como Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares o San Sebastián de los Reyes lo hacen y todos tan contentos.

Desde La Voz de Pozuelo me gustaría instar al nuevo Equipo de Gobierno a tomar cartas en el asunto y garantizar la presencia de las gentes de toda la vida en las Fiestas de Pozuelo. O al menos en los chiringuitos.

Y desear a todos los pozueleros que disfruten de los festejos de nuestro pueblo. Yo este año los viviré de otra manera. Sólo sosteniendo a la Virgen del Carmen y a la de la Consolación. Con el respeto de siempre y cierta nostalgia.

Desde la barrera. Es lo que hay (o lo que me han dejado).”

Miguel Carnero Meco

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