Una tarde cualquiera suena el teléfono. Es un número desconocido. Al otro lado está Lola que se presenta con nombre y apellido y como bisnieta de Venancio Vázquez, el fundador de «La Fortuna», una empresa dedicada a la producción de dulces y chocolates. A finales del siglo XIX se producían, a diario, en su fábrica de Pozuelo de Alarcón 800 kilos de galletas.
Las historias dulces me persiguen y me encuentran en primavera. Quizás porque renacen como las flores. O por golosa no confesa.
El año pasado me llegaron -de forma anónima- unas fotografías de Los Nieto que nunca había visto y ahora, gracias a Lola Vázquez, he podido contemplar, en las pruebas de imprenta de un libro, otra de un edificio, diseño del arquitecto Francisco Mendoza y Cubas, situado en la actual calle Portugalete. Con el nombre de su bisabuelo en la fachada: Venancio Váquez.
Cuando me llamó para contarme -y para encontrarnos- me hizo mucha ilusión. Al colgar me di cuenta de que estaba a un paso de descubrir el origen de una empresa vinculada a la historia de Pozuelo de Alarcón. De un negocio próspero que surgió en 1895, pasó por varias manos y cerró sus puertas en 1969.
Hoy, después de conocer a Lola, estoy más cerca de contar la precuela (me encanta el término) de la fábrica de chocolate.
¡Qué ganas de volver atrás en el tiempo!
Asunción Mateos Villar

Las maravillosas ilustraciones -postales y cromos- que acompañan la buena nueva las he tomado prestadas de la Biblioteca Digital de Pozuelo de Alarcón

