Los diseñadores de la décimo sexta Quedada Generacional son socios, amigos y residentes en Madrid. Aunque por motivos laborales pasan mucho tiempo fuera de casa. De bolo en bolo. Al frente de Estudio13 management & entertainment se dedican a crear espectáculos a la medida. Trabajan para entidades públicas y privadas y son capaces de montar un gran evento hasta con poco margen de maniobra. Porque son expertos en alegrar al personal y porque cuentan con los mejores profesionales del sector. Además se adaptan a los espacios y a las necesidades de sus clientes. Con el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón llevan años trabajando. Pelayo Martínez y Ramón Blanco estaban detrás de los conciertos de Un pingüino en mi ascensor y Seguridad Social en las Fiestas del Carmen. También del Guateque de la Década y los directos de  Pistones y Rebeldes en las de la Consolación. Dentro de un mes exacto repiten en la Semana Grande con Pop Tour. O cuatro horas de música en vivo en el corazón de la ciudad. Abróchense los cinturones. Estamos a punto de despegar.

La relación de Pelayo Martínez con Pozuelo de Alarcón viene de lejos. Concretamente de sus años de estudiante en el colegio Maravillas de Madrid. Estaba cursando COU cuando se acercaba con sus compañeros a El Andén en el autobús de la Llorente. Por aquel entonces, en el garito más chulo del barrio de la Estación, Paco Pérez pinchaba los grandes éxitos del momento y la terraza con vistas a las vías del tren hacía las delicias de los que no hacía mucho habíamos terminado la EGB. Otro de los sitios que frecuentaba era la discoteca Klase. Estaba en Húmera y canjeaba suspensos por copas ¡Qué tiempos aquellos!

Mientras, Ramón Blanco, trabajaba como Jefe de Compras en Cap Norte, una plataforma integrada por compañías del sector cosmético. Había salido de su Barcarrota natal, un pueblecito con encanto de Badajoz, con dieciocho años. Por entonces Pelayo reforzó el vínculo con nuestra ciudad en ESIC, una escuela que había visto levantar en un cerro de nidos de ametralladora que diría Nacho de la Torre y en la que se matriculó para hacer carrera. La suya fue la primera promoción de licenciados en Gestión Comercial, Marketing y Publicidad. Además del aula frecuentaba un descampado que, una vez urbanizado, se convertiría en su lugar de residencia. Donde echar raíces y ver crecer a sus tres hijos. Dos de ellos le han salido muy deportistas y militan en clubes de Pozuelo. La niña en rugby y el niño en fútbol. El otro no practica ningún deporte. Pero como dice su hermana tampoco le hace falta. Su metabolismo es una máquina perfecta.

Cuando Pelayo y Ramón se encuentran descubren que están unidos por la música. El primero había pinchado en la mítica discoteca Jácara y en los 40 Principales donde coincidió con Fernandisco. También en Four Roses y Aire. Lo hacía mientras trabajaba en empresas como Fujitsu o la agencia Achira. Pero tenía la impresión de que el traje y la corbata le quedaban grandes así que se dejó seducir por  los sonidos en español y aquello le llevó a montar en 2005 una promotora musical. Se llamaba YDEAM2M5 y supuso el comienzo de una hermosa amistad entre ellos -coincidieron en el proyecto- y con las canciones manufacturadas en España. “Los de nuestra generación no sabíamos inglés y lo suyo es entender las letras. Para no buscar alternativas.  Si no de qué aquel himno de yo no quiero jamón quiero choped”.

La década prodigiosa

Y nos partimos de risa recordando. Porque Ramón también se reconoce con el no bilingüismo. Igual que la menda. Por eso y porque disfruto cantando en mi idioma materno comprendo su idilio con los grandes éxitos de la edad dorada del pop en español. Pelayo y Ramón trabajaron en su primera aventura empresarial netamente musical algunos años. Luego montaron Estudio 13, una empresa de producción de espectáculos, dedicada principalmente a la organización de conciertos y eventos privados con grandes artistas que ofrece un servicio integral (apoyo de sonido, iluminación y escenarios, fijos y móviles…) y el apoyo de una agencia de publicidad propia.

Ha pasado una década prodigiosa. Desde 2013 andan juntos y revueltos por los pueblos de España acompañando a grupos musicales, sobre todo de los años ochenta; originales como los que tocarán en la décimo sexta Quedada Generacional el próximo 8 de septiembre (Tennessee, La Banda del Capitán Inhumano, Bernardez y Joaquín Padilla) y de versiones como Lola Massey (paisana de Ramón y responsable de la versión dance del himno de Extremadura) y su banda o Best Witchez. Hoy, tras superar una pandemia Pelayo, Ramón y los suyos sobreviven como soldados de fortuna. Si tiene usted algún evento o fiesta que montar y se los encuentra quizás pueda contratarlos…

(Entra sintonía del Equipo A)

Con Pablo Carbonell de Toreros Muertos y Pepe Begines de No me pises que llevo chanclas. Juntos y revueltos han montado Toreros con Chanclas.