A un mes de la llegada de los Reyes Magos de Oriente los responsables del área de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento rematan los detalles para convertir el día más mágico del año en un acontecimiento inolvidable. Corrían rumores ahora confirmados de manera oficial. La cabalgata cambia su recorrido. Comienza a las seis de la tarde en la Rotonda Víctimas del Terrorismo y baja la Avenida de Europa hasta la calle Francia. Desde allí recorrerá un pequeño tramo de la Avenida de Pablo VI y seguirá por la Avenida de Juan Pablo II -en sentido contrario al tráfico- para tomar la Avenida de Juan XIII y finalizar en la plaza de la Constitución. Cuando Melchor, Gaspar y Baltasar lleguen la Alcaldesa, Paloma Tejero, les estará esperando y les acompañará hasta el templete del parque Alcade José Martín-Crespo para poner el broche de oro con un espectáculo de fuegos artificiales. Junto al Parque de la Navidad en Prados de Torrejón. O una carpa de actividades y espectáculos para los más pequeños que abrirá sus puertas el próximo 22 de diciembre. Fuentes municipales han asegurado a La Voz de Pozuelo que la modificación tiene un doble objetivo: mejorar la seguridad y la visibilidad de los más pequeños transitando por avenidas más anchas y acortar el recorrido.
A esta simple plumilla que presume sin pudor de ser del pueblo de toda la vida y del olvidado barrio de los Elementos le gusta otorgar el beneficio de la duda. A pesar de los ríos de tinta de los últimos días en las redes y la invitación expresa a firmar una petición en un foro, a su parecer, inadecuado. Aunque luego tenga que subirse a la azotea como ha hecho en varias ocasiones para ver la cabalgata.
Es un hecho que el nuevo recorrido entristece a muchos vecinos del pueblo y la estación porque el anterior se había convertido en tradición. También que perjudica al tejido comercial y hostelero del corazón malherido de la ciudad. A ese centro histórico que durante muchos años y cada cinco de enero ha visto llegar a sus majestades y proyectar imágenes -mientras sonaba la música- en la fachada del antiguo convento de los cooperadores parroquiales de Cristo Rey. Ese que casi no tiene luces navideñas, a pesar de acoger dos impresionantes belenes, pero que lleva abandonado a suerte desde antes que llegara Paloma Tejero y su equipo.
Hay tanto que cambiar que, quizás, lo del itinerario de la cabalgata, sea lo de menos.